Capítulo 27: ¿Aceptas?.

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La primavera llegó, y con esto un ambiente totalmente alegre se lograba respirar por las calles de Nueva York

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La primavera llegó, y con esto un ambiente totalmente alegre se lograba respirar por las calles de Nueva York. Central Park resplandecía con su color verdoso. Alanna podía apreciarlo cada mañana que pasaba caminando por ahí cuando iba a la repostería. A veces se detenía a contemplar la naturaleza de su alrededor por un momento, después continuaba con su camino.

-¿Qué rayos sucedió aquí?.- Fue lo primero que dijo Matt al entrar a la tienda y ver algunos tulipanes en un enorme jarrón.- No sabía que ahora vendemos esas cosas.

-No son cosas, son tulipanes.- Matt rodó los ojos mientras dejaba su mochila en una silla y se acercaba a donde estaba Alanna decorando una tarta.

-Ahora que andas de novia de ese abogado temo que me hagas ponerme algún uniforme rosa mientras reparto tulipanes a cualquier persona que pase por la tienda.- Alanna se carcajeo al escucharlo mientras sacudía la cabeza.

-No seas exagerado, solo es un adorno por el inicio de la primavera. No tiene nada que ver con William.- Se defendió. No era la primera vez que Matt decía algún comentario sobre eso. Siempre la molestaba diciéndole que desde que se volvió oficialmente novia de William ahora todo tenía un "color rosa" en su vida, y lo transmitía a los demás.

-Sí, claro.- Replicó el muchacho.- Cuando las mujeres están enamoradas se vuelven raras.

-Gracias.- Replicó con sarcasmo la chica.

Hoy tenían algunas entregas a una mujer que tendría una fiesta infantil, por lo que tenían que tener todo listo para antes de las cuatro de la tarde.

-Bien hombresote, a trabajar.

Después de una tarde de trabajo y entregas, a las ocho de la noche ambos se preparaban para cerrar. Matt estaba aguardando unas cosas en su mochila cuando el ruido de la campana de la puerta sonó, alertando de que alguien había entrado.

-Buenas noches.- Saludo Alanna con una sonrisa que se borró de inmediato al ver de quien se trataba. Charlotte y Henry se encontraban justo enfrente de ella. El semblante de Charlotte era serio y sin vida. Había perdido peso, y su cabello estaba más corto de lo usual.

-Alanna.- Contestó con brusquedad. Matt se aproximo de inmediato.

-¿Te ayudo a algo?.- Ofreció mientras les echaba una rápida mirada. Henry fue el único que le sonrió al joven ayudante a modo de saludo. Charlotte seguía ocupada mirando con atención todo a su alrededor.

-Todo en orden Matt. Puedes irte a tu casa, ya terminamos por hoy.- Él asintió y murmurando un buenas noches salió de la repostería. Los tres se quedaron en silencio por varios minutos.- Es una sorpresa verlos por aquí. Siéntense por favor. ¿Quieren algo de beber? ¿Tal vez un postre?.

-Muchas gracias Alanna, estamos bien.- Contestó con amabilidad Henry. Alanna asintió y miró de vuelta a Charlotte.

-Veo que te ha estado yendo bien aquí.- El tono de Charlotte no pudo evitar sonar a reproche. La chica Trató de ocultar la sorpresa al escucharla hablar. Su voz ya no sonaba con la misma calidez con la que siempre la había tratado, ahora era inexistente.

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