Don't Tell Me Goodbye (Carl Grimes y tu)

Capítulo 48.

(Por qué miro The Walking dead.)

Narra Tn.

Caminábamos hacia... No sé, solo seguía a Carl, que seguía a Ron, que seguía a Rick. Éste último Le enseñaría a Ron a disparar.

Pasamos por una especie de construcción donde el padre Gabriel estaba pegando unos carteles hecho a mano sobre un círculo de oración.
Al pasar Rick arrancó uno que recién había pegado y lo rompió.

—Papá. —dijo Carl como regañandolo.

—Rick. —dije yo en el mismo tono que Carl.

Me volteé y le susurré un lo siento y volví a voltearme.

Estaba preocupada por Daryl y mi hermano que se había ido con él. Ninguno de los dos había vuelto. Me estaba comenzando a desesperar, sólo que no lo demostraba.

Llegamos a una parte trasera de Alexandria, algo alejada de las casas.

Rick comenzó a explicarle a Ron cómo usar un arma, que tenía que fijarse en que la cámara esté vacía, que estuviera cargada o no, etc.

No les prestaba atención. Carl si, decía una que otra cosa.

Yo miraba a la torre. Pensaba en escenarios que podrían llegar a pasar ahí... Ese sería un buen lugar para hacerlo con Carl... Pero ahora no se puede por la puta horda de caminantes.

Estaba sentada en el pasto mirando hacia la torre, estaba un poco más atrás que Carl, Rick y Ron.

Me levanté y me acerqué a Carl para poder abrazarlo de la espalda.

—¿Estás bien? —me preguntó Carl susurrando.

Asentí. —Si, estoy bien. —me acurruqué en su espalda.

Carl se volteó para poder abrazarme bien. Sonreí y escondí mi cara en su cuello.

—¿Sabes? Ya que ambos tenemos 16 años, sería un buen momento para perder nuestra virginidad. —susurré en su oído. Él río.

—Qué buena idea. —dijo riendo.

—Estaba pensando en la torre. —volví a susurrar. —Ese hubiera sido un buen lugar, pero ya no.

—Siempre puedo tapar tu boca y yo morder tu hombro o un cojín. —susurró y reí.

—Ustedes dos dejen de cuchichearse cosas y presten atención. —dijo Rick con una sonrisa.

—¿Prestar atención? Pero si ya sabemos disparar. —dije separandome de Carl. — Déjanos ser.

—Está bien, sólo sean discretos con ciertos temas. —dijo Rick para luego carcajearse.

—Si no fueras mi suegro, te golpearía. —dije sonrojada. Carl reía.

—Otra vez no. —dijo Rick.

Me crucé de brazos y me hice la ofendida. Miré hacia otro lado.

Ron ya había terminado su lección.

—Vámonos hacia otro lado. —jalé del brazo de Carl y lo arrastré mientras corría.

—¿A dónde me llevas? —me preguntó una vez que nos detuvimos.

—No sé, a pasear. —dijo suspirando.

—¿Estás bien? —me preguntó.

Me senté en la orilla del lago. Carl se sentó junto a mi.

—Si... No... No sé... No, no estoy bien.

—¿Qué te abruma? —preguntó tomando mi mano.

—Estoy preocupada por Daryl, Nathan, Abraham, Sasha, Glenn y Enid. —dije.

—De seguro están bien, no te preocupes. —besó mi mano y la acarició con su pulgar. — Nathan está con Daryl, Sasha está con Abraham y de seguro Enid se encontró a Glenn.

—Puede que tengas razón, pero aún así siento que algo va a pasar. —dije mirando al cielo gris.

—¿Algo bueno?

—Algo malo, algo realmente malo.

Decidí olvidar eso y seguí hablando con Carl unos minutos más, luego nos paramos y fuimos a caminar tomando de las manos.

Otra vez ese mal presentimiento apareció.

—¿Todo en orden? —preguntó Carl mientras caminábamos.

—¿Por qué?

—Porque apretaste mi mano fuerte.

—Lo siento. —dije apenada. —Ese mal presentimiento del que te hable volvi-

—¿Tn? —me llamó Carl. Había dejado de caminar. —¿Qué tienes?

Señalé al cielo. Habían varios globos verdes.

—Glenn. —dije.

Carl y yo corrimos para poder verlo bien. Llegamos y allí estaban Tobin, Rick y Maggie.

De repente, escuché algo quebrarse. Volteé para ver de dónde venía el sonido y vi a Ron con un arma en la mano... ¿Nos siguió todo este tiempo?
Volví a escuchar el crujido y esta vez supe de dónde venía.

La torre comenzó a caerse hacia el lado de adentro de Alexandria.