—Si lo dices tú creo que está bien pero dudo querer volver a ir a la escuela.
—No después de que me costó mucho conseguirte papeles, aparte aún eres una niña... ¡es tu obligación!, sé útil.
—¿Si voy a la escuela te seré útil?
—Sí.
Zack con el folder de un color azul marino, caminaba junto a Rachel en camino a una escuela que quedaba cerca del lugar donde vivían. Era algo pequeño, simple de hecho pero lo suficientemente bueno para que Ray se educara bien.
Llegaron hasta su destino. El lugar era agradable, tenía un ambiente relajado e incluso las personas que estaban ahí se veían humildes. Zack se acercó junto a Rachel a preguntar por lo de las inscripciones (habían esperado un poco, ya que sería algo abrumador para Rachel el hecho de entrar a clases a medio año).
Cuando habían terminado una chica se acercó a los dos, a sus espaldas estaba un niño al parecer más o menos la edad de Ray.
—¡Hola! ¿también vienes a inscribir a tu hermana?
«No soy su hermana...» pensó Rachel mientras suspiraba, Zack la miró y después volvió a ver a esa chica extraña que se les había acercado.
—Sí, vengo a inscribirla... Eso —respondió con desinterés.
—¡Es muy linda! —la chica se agachó para mirar mejor la cara de Ray —me gustan tus ojos —sonrió mientras la miraba.
—Gracias —respondió sin gana alguna Rachel.
Zack dándose cuenta de la situación incómoda en la que se encontraba Ray, decidió hablar nuevamente.
—Supongo que ese niño de ahí es tu... ¿hermano?
—Sí... Oh tu cara... ¿tuviste algún accidente? —preguntó ella preocupada al darse cuenta de las vendas que cubrían la cara de Zack —no quiero parecer maleducada, ¿podría invitarlos a tomar algo mientras charlamos? Me cayeron realmente bien ~
Los dos aceptaron, tenían hambre y que les invitarán algo sería mucho mejor que comprarlo ellos. Fueron a un café de cerca, no es como si Rachel quisiera estar mucho tiempo con esa chica... Le incomodaba la forma en que se les acercó y como le hablaba a Zack, todo empeoró cuando le dijo los lindos que eran sus ojos.
—Rachel, puedes ir a jugar con mi hermano mientras yo plático con Zack.
Ray giró un poco la cabeza para ver a Zack y el asintió, Rachel de mala gana lo hizo de alguna u otra forma tenía que ser de utilidad para Zack. Se sentó y miró como el hermano de Abby (ese era el nombre de la chica), a pesar de ser un niño menor a ella por un año se comportaba tal cual uno de preescolar.
Pero a eso le daba poca importancia, no podía dejar de mirar como Zack platicaba con Abby. De alguna forma sentía que ella tenía algún interés en la única persona a la que Ray quiere.
—¿Qué es esto que siento?... —se preguntó a si misma mientras se tocaba el pecho, el lugar exacto donde estaba su corazón.
—¿Sentir qué? —preguntó el niño a su lado —Mi hermana es muy buena cuando habla con los chicos... Tal vez es eso —sonrió.
—¿A qué te refieres? —Ray volteó a verlo, miles de opciones comanzaban a formarse en su cabeza y realmente no sabía que le sucedía.
—¡Sí! —asintió el niño —mi hermana tiene muchos amigos y por lo general sale mucho con todos...
Rachel se levantó y fue inmediatamente donde estaban Zack y "Abby", pensando en una excusa se acercó fingiendo tocer.
—Me siento mal Zack... ¿podemos irnos ya?
Abby y Zack voltearon a verla, Zack se levantó y la cargó sentándola en sus piernas.
—¿Tan mal te sientes Rachel? Podemos llevarte al doc...
—¡No!... Quiero descansar nada más...
—Vamonos ya, entonces —completó Zack con una sonrisa, quería soltar carcajadas en ese mismo momento.
—Esto es para ti Rachel... —dijo Abby dandole una bolsa en la cual adentro había un pastel —como no quisiste comer sería mejor que lo llevaras para que lo comas en tu casa.
—Gracias... —respondió ella mientras desviaba la mirada aceptando la bolsa, se paró de las piernas de Zack y se fueron de ese lugar.
Caminaron un poco y Zack volteó a ver a Rachel con una sonrisa, iba a hablar pero Ray le ganó haciéndolo primero.
—Zack, sentía algo en mi pecho cuando te vi con ella...
Él la miró con curiosidad aún con la sonrisa.
—Estabas celosa. —confirmó.
—¿Tengo celos?...
—Sí, pero no tienes mucho de que preocuparte después de todo tengo una promesa contigo.
—Los celos se tienen por alguien a quien quieres, ¿no?... —volteó a verlo —Te quiero.
—¡N-no esperes que diga lo mismo! Con esa cara y esos ojos de muerto es casi imposible pensar que dices la verdad —dijo el desviando la mirada.
—Lo siento... —volteó a verla de nuevo —Te quiero~ —ladeó un poco la cabeza mientras sonreía.
Zack soltó un suspiro.
—Yo también.
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