—Rachel nos iremos de viaje —ella volteó a ver a su madre. —Contratamos a una persona para que te cuide durante esta semana.
—Está bien —respondió ella mientras volvía a leer.
De hecho no se sentía triste de que sus padres se fueran de viaje, tenía alivio de no escuchar sus arduas peleas durante más tiempo... Se volvía molesto y tedioso para ella escucharlos pelear, así que realmente se puso feliz al escuchar esas palabras sólo que sentía curiosidad por la persona que habían contratado o el porqué de que lo hicieran... Rachel no era tan grande pero tampoco era una niña pequeña para no saber como cuidarse.
—¿Quién será esa persona? —preguntó volviendo a voltear.
—¿Quieres conocerla? Está abajo.
Rachel se paró, dejó su libro en el suelo y salió de su habitación. Bajó a la sala y vio un par de maletas “También se les olvidó decirme que se van hoy...” pensó mientras buscaba por todos lados a la persona que la cuidaría. Sus ojos se encontraron con los de un chico, lo miró detenidamente y la madre de Rachel apareció detrás de ella.
—Se llama Zack, tiene 20 años... —le aclaró la duda a Ray mientras bajaba completamente las escaleras —Zack te encargamos a nuestra hija.
Él asintió, la madre de Rachel y su padre salieron sin siquiera despedirse de ella. Volteó a ver a Zack y se acercó.
—Hola, mucho gusto soy Rachel Gardner —se presentó y él frunció el ceño.
—No pienso lo mismo —respondió. —Ahora ponte a hacer cualquier cosa y no me molestes.
Zack le dio la espalda y se fue a sentar al sofá mientras veía como prendía la televisión y comenzaba a cambiar de canal, ella se sentó al lado de él. No aparecía una persona agradable en lo absoluto, esas vendas le hacían ver algo rudo... Rachel no entendía el porqué sus padres contrataron a alguien como él.
—¿No entiendes la palabra molestar? —preguntó el volteando a verla Ray no respondió sólo siguió mirándolo.
—¿Te vas a quedar aquí durante toda la semana? —evadió su pregunta.
—Ajá.
Rachel miró al frente. Zack la vio detenidamente su cabello era largo sus ojos realmente eran mucho de que hablar, no podía entender el porque la falta de brillo en ellos... Eran oscuros se veían fríos parecía que poco le importaba la vida, Zack negó mientras pasaba una mano de arriba a abajo por enfrente de la cara de Rachel al ver lo perdida que estaba.
—¿No querías que no te molestara? —preguntó ella volteando a verlo.
—¡Bueno eso fue antes! Maldición... ¡Vamos a convivir una semana siquiera trata de ser buena!
Zack realmente no sabía que decir, la única razón por la que estaba ahí era el dinero. Rachel dejó de mirarlo y asintió.
Zack durante un momento tuvo curiosidad, los padres de Rachel no fueron nada cuidadosos en cuanto a buscar a alguien que la cuidara, de hecho Zack llegó a escuchar que lo contrataron sólo porque fue el único que apareció y fue accesible. Al ver a Rachel y el aspecto tan vago que tiene hizo que la curiosidad se convirtiera en duda.
—Oye... Ya sabes si voy a estar aquí debería saber más de ti, ellos tus padres ¿te quieren?
Rachel volteó a verlo nuevamente.
—No lo sé. —respondió.
Zack suspiró de todas las personas que había visto ella era la más rara. Se levantó y fue hacia la cocina.
—¿Sabes cocinar? —preguntó Ray mirándolo, él negó —puedo hacer algo, comamos los dos.
Se paró y lo siguió, él la miró.
—¿Tú sabes cocinar?
—Mis papás suelen dejarme sola, aprendí a valerme por mí misma un poco —respondió mientras llegaba a la cocina —tal vez no sea experta cocinando pero no moriremos de hambre.
—Huh... —Zack la siguió mientras pensaba.
Cuando cayó la noche y los dos terminaron de cenar Rachel se acercó a Zack para preguntarle;
—¿Mis padres te dijeron donde dormirás?
—Sí, pero no recuerdo.
Rachel tomó de la muñeca a Zack y comenzó a caminar dándole a entender a él que tenía que seguirla y así lo hizo, se paró frente una puerta la cual se encontraba frente a la habitación de Rachel.
—Ayer vi a mi padre meter algo supongo que eran tus cosas, ¿no? —dijo ella mientras abría la puerta.
—Sí —respondió Zack mientras se recargaba en la pared.
—Mi habitación está en frente, cualquier cosa que quieras toca y ya... Buenas noches —dijo mientras se daba medía vuelta para dar un par de pasos y entrar a su habitación.
Pero la mano de Zack agarró su muñeca deteniéndola, sintió como el la jaló volteándola nuevamente. Zack se inclinó un poco y le dio un beso a Rachel en la cabeza.
—Buenas noches Ray. —dijo para después meterse a su habitación y cerrar.
Rachel tocó su cabeza, suspiró mientras miraba la puerta. Las peleas que tenían los padres de Ray eran tan horribles que ni siquiera un beso de buenas noches le daban a ella. Rachel sonrió, se dio medía vuelta y ahora sí, entró a su habitación.
Definitivamente esa noche dormiría bien.
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