Era lunes por la tarde. El reloj marcaba las dos con trece minutos y yo seguía plantada en el sofá mirando el maratón de películas de Disney Channel. Era bastante entretenidas, eso sí remarcábamos que no pasaba nada bueno en ningún otro canal.
Me levanté del sofá ante la necesidad de ir al baño. Corrí escaleras arriba y me encerré en el baño. Al parecer había bebido demasiado jugo de naranja. Lavé mis manos y me miré al espejo. Algo comenzaba a molestarme en mi apariencia. Examiné mi cara y supe que necesitaba hacerme una limpieza facial, también mis cejas necesitaban ser depiladas, pero lo que más me molestaba era mi cabello. El pobre se encontraba sin vida ni chiste. Tenía el cabello lacio hasta la cintura, tal vez unos dos dedos más arriba, las puntas se veían algo maltratadas y secas. No me había cortado el cabello en un año y ya quería hacerlo de nuevo, aunque también quería teñirlo, el castaño oscuro era demasiado aburrido en ese momento, quería algo más de vida en mi cabeza.
Lo que uno piensa cuando está sola y aburrida.
Bajé a la cocina y puse a calentar agua. Primero sería mi limpieza facial y luego mis cejas. Tenía todo el día para dedicarme a mi belleza. Una hora después había terminado con mis cejas y mientras me depilaba no pude evitar mirar mis uñas. Fui en busca de unos esmaltes y comencé a arreglarme. Escogí un gris bastante oscuro y otro de brillos. Intenté hacer uno de esos diseños que encuentras en internet, pero mi mal pulso y falta de sentido artístico no me permitieron lograr mucho. Para cuando termine, revisé mi trabajo y gustosa sonreí. Esperé a que secaran bien antes de ir a la cocina por algo de comer.
Eran las cinco y media. Miraba la película de Asesino a sueldo, con Bruce Willis y otro chico cuyo nombre no conocía, mientras peinaba mi cabello y lo ataba para ver que parte cortaría, cuando oí tres golpes en la puerta. Me levanté de mala gana y fui a ver quién era.
—Pasaste de sapo feo a un bello príncipe—fulminé a Luke y regresé de inmediato al sofá dejándole la puerta abierta para que entrara—¿Tan aburrida estas que estas arreglándote? ¿O será acaso que tienes una cita con alguien que conociste ayer?—el chico de cabello rojo intenso, muy intenso, se dejó caer en el sofá junto a mí y me miró con intriga
—Amo tu cabello—solté sin poder evitarlo. Luke sonrió orgulloso ante mi elogió. Mis manos subieron a su cabello y se enredaron en el sintiendo la textura—estoy aburrida—me alejé de él y percibí sus ojos seguirme con atencion—Ayúdame a cortarme el cabello—pedí entregándole las tijeras mientras me acomodaba dándole la espalda—corta por arriba de la liga, por favor
—¿En serio te lo cortaras de nuevo?—preguntó con tono burlón. Le di un golpe en la rodilla y el resopló—bien, quédate quieta
Asentí y en menos de dos segundos oí las tijeras cortando los delgados cabellos de mi cabeza. La mano de Luke sujetaba la cola de caballo mientras la otra cortaba como todo un profesional. ¿Acaso olvidé mencionar que él mismo se cortaba y teñía el cabello?
—Me lo quedaré para hacerle brujería a Graham—sonreí ante su chiste malo y sacudí mi cabello, ahora a la mitad de mi cuello—se ve bien—elogió el gemelo mientras lo revolvía—te ves mejor así
—Gracias—respondí con las mejillas algo calientes. Luke me dedicó una de esas sonrisas de galán de novela y me sentí nerviosa—iré a bañarme, puedes buscar comida en el refrigerador
—¡Comida!—gritó poniéndose de pie y correr hacia la cocina. Sonreí y fui al baño
Me di un corto baño para no hacer esperar a Luke, y salí en toalla para mi cuarto. Tomé unos shorts de mezclilla color melón y una blusa negra de manga corta. Me peine mi cabello frente al ventilador para que se secara más rápido. Debo de decir que me gustaba bastante mi cabello corto, pero al bañarme me sentí extraña, aun había usado bastante shampoo sin recordar que ya no tenía cabello, o al menos ya no tanto. Dejé la toalla sobre la puerta del armario y baje de nuevo a la sala.
ESTÁS LEYENDO
Ángel Perdido
Teen Fiction¿Cual es la razón de que un amigo se aleje? Por años esa fue una pregunta que Tamara se hizo. Su mejor amigo de la infancia paso de ser un niño alegre a la version más despreciable de si mismo. Thomas Peterson es el problema hecho carne y hueso. Un...