Noche en el hospital.

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~Jonah~

Había bebido mucho, me estaba divirtiendo, e incluso besé a dos chicas. Todo había sido genial en la fiesta, hasta que comencé a sentir como me daba un ataque de pánico.

Pensé que había logrado controlarlos, pero al parecer el alcohol no ayuda mucho. Comencé a sofocarme. Se me formó un nudo en la garganta que casi no me dejaba respirar. La gente me molestaba, necesitaba salir de ahí urgentemente. Me calmé un poco, no lo suficiente como para que todo que sentía pasara, y fui a buscar a Marty.

- Hey, Marty ¿Puedo usar tu baño?

- Claro- dijo casi gritando, la música no dejaba escuchar bien- ¿Tienes algo? Te ves mal.

- Tranquilo, sólo necesito tomar un poco de aire- le dirigí una sonrisa. Supuse que era la más falsa que había hecho en toda mi vida, ya que la expresión de Marty pasó a ser preocupante.

- Está bien... si quieres estar tranquilo, ve al baño de mi cuarto.

Agradecía completamente que Marty no me preguntara más sobre el tema, no sabía si podía responder bien, en especial en el estado en el que estoy.

Me abrí camino entre la gente y subí al segundo piso. Había sentido un poco de ruido en el baño, como alguien tarareando, pero no me importó, realmente necesitaba entrar.

Abrí la puerta y de reojo vi a Cyrus en la ducha, quien sabe porqué estaba ahí, es un chico raro, pero es mi amigo.

-¿Cyrus? ¿Qué haces ahí?

Este se levantó muy rápido y pasó a llevar la llave de la ducha, haciendo que esta lo mojara completamente. En un ágil movimiento, Cyrus cerró la llave y se quedó mirándome.

La situación era muy graciosa, así que no pude aguantar mi risa. Realmente este chico puede alegrar a todos. Su estupidez, por decirlo así, era como un soplo de aire fresco para todos a su alrededor.

- No te rías...- bajó la mirada.

- Ven, sal de ahí- sonreí y le tendí mi mano.

- Puedo sólo- parecía realmente molesto, así que me di vuelta para buscar una toalla, no quería molestarlo- pero gracias... - Me giré y al verlo, noté que tenía una mirada de arrepentimiento, así que dejé pasar el comentario anterior.

Le entregué la toalla y este la tomó, de inmediato comenzó a secarse el cabello. Era una escena graciosa.
Noté que su camisa estaba totalmente mojada, y no hay que ser un genio para darse cuenta de que eso es algo malo.

- Debes sacarte esto, puedes resfriarte- tomé la parte inferior de la camisa y al notar que Cyrus no opuso resistencia, la levanté hasta quitarsela.

Realmente me llevé una sorpresa. Siempre ves a Cyrus y piensas que es un niño flacucho, pero tiene el abdomen marcado. Wow. Sentí un calor subiendo por mi pecho.

- No me había fijado, tienes un buen cuerpo- instintivamente, comencé a tocar su abdomen con mi mano. Realmente no sabía que pasaba, mi cabeza se nublaba y sólo sentía calor. Cuando me di cuenta, mi cuerpo estaba a punto de tocar el suyo. En ese momento, su celular comenzó a sonar. Volví en mis sentidos y me alejé de él, mientras este contestaba su teléfono.

-¿Aló? ¿Sucedió algo?

Me quedé mirándolo, y de un momento a otro, vi como su mirada se apagaba, como sus piernas fallaban y este comenzaba a caerse. Lo sostuve lo más fuerte que pude.

- Ya... ya voy para allá- colgó su teléfono.

- Cyrus ¿Pasó algo?

- Debo llegar al hospital... mi mamá... -sus ojos comenzaron a llenarse de lágrimas.

Aprendiendo (Jyrus)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora