VI

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— ¿Qué vas a hacer?

Jungkook se da cuenta de que está susurrando y de que su piel se ha puesto de gallina. Jimin luce como si hubiera sido lastimado con mucha brutalidad. Hay algo oculto en sus ojos, que Jungkook no puede entender.

— Los recuerdo a todos. — dice Jimin. Jungkook ve sus uñas clavarse en sus muslos. — Todas sus caras. Todas sus horribles voces. Burlarse de nosotros mientras desenterraba viejos contactos, esperando mi tiempo. Los encontraré a todos y cada uno de ellos.

Jungkook no está seguro de qué decir. Él intenta algo, pero se ahoga. Jimin continúa sin inmutarse.

— Me hicieron mirar, ¿sabes...? — dice sin entusiasmo, estremeciéndose por el fantasma de algún recuerdo lejano. Sus ojos están en blanco, mirando a través y detrás de Jungkook. — Cuando lo hicieron. Cuando se lo llevaron, me hicieron mirar. — inconscientemente, se encrespa sobre sí mismo. — Nunca pude despedirme.

Y Jungkook dice lo único en lo que puede pensar.

  —  Deberías hablar con él.

Jimin parece sorprendido. Volviendo a mirar a Jungkook, traga, intentando eliminar el nudo de su garganta.

— No me conoce. — dice, miserable. — Nunca me recordará.

— ¿Y tú qué sabes? — dice Jungkook. Jimin se ríe, corto y amargado.

— Tú no has visto lo que le hicieron. — hay un horror en su rostro. Jungkook se retuerce las manos.

— ¿Es que no quieres hablar con él?

— No hay nada que desee más en este mundo. — dice con tristeza Jimin. — Pero no puedo. Es... Está feliz contigo. Lo haces feliz, es evidente. Y sé que lo arruinaría.

— Tú no puedes saber eso. — dice Jungkook en voz baja. — Creo que... quién sea que fuera antes... ¿Te amaba, verdad? Él querría hablar contigo.

Jimin frunce el ceño.

— ¿Cómo puedes querer eso?   —   pregunta, casi maravillado. — Él está feliz contigo. Si entro en esa foto, no habría marcha atrás. ¿Cómo puedes ofrecerme eso?

Jungkook mira a Jimin, empapado por la luz y el dolor que se desvanecen. En un mundo más cruel, Jungkook podría ser feliz; probablemente debería serlo. Jimin parece tan perdido, que unas pocas palabras podrían abrir las grietas que Jungkook puede ver en su mente y alejarlo de Taehyung para siempre.

Pero eso sería injusto. Jungkook no funciona así.

— Si lo perdiera,   —   murmura Jungkook. — también volvería a por él. — Jimin está callado. Continúa. — Tú no has visto lo mismo que yo. Han sido tantas, las veces que Tae quería saber quién eras... Solía ​​decir tu nombre mientras dormía. — en eso, Jimin parece herido. — Merece saber quién era... A quién amaba.

— ¿Dijo mi nombre?   —   Jimin pregunta, suavemente. Jungkook asiente. Jimin tiembla. — Gracias. Por decírmelo. Por hablar conmigo. Eres... Me alegra que te tenga a ti, en serio. — sonríe tristemente a Jungkook. — Probablemente debería odiarte. Probablemente deberías odiarme. Pero aquí estamos.

— Estoy haciendo lo correcto. — susurra Jungkook, medio intentando convencerse a sí mismo. — Deberías hablar con él.

— Está feliz contigo. — dice, nuevamente, Jimin. — Quería llevármelo mientras encontraba a los otros, pero... ¿Para hacer qué? ¿Encerrarlo mientras trabajo? ¿Alejarlo de todo lo que sabe? Ahora está a salvo; contento. Yo lo arruinaría. No soy bueno para él; ya no. Especialmente por quién soy ahora.

our burned bridges » vkook [revision mode on]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora