¡Todo por una apuesta ttebayo!!

Intercambio

-Mmm, Tsunade-sama no quiero entrenar hoy- murmuraba una joven cuando el sol se coló por su ventana dándole de lleno en la cara por lo que de mala manera despertó, una muy mala noche había sido mala idea beber tanto sake pero la verdad era un muy buen sake. Cerró la cortina y se regresó a la cama dispuesta a dormir un poco más cuando algo no encajaba y todo el sueño que había sentido se esfumó por completo "¡Eh! este no es mi cuarto,saldré a ver..." al salir de la habitación se topó con una no muy grata sorpresa "es el departamento de Naruto...¿Qué hago aquí?" y mientras seguía pensando no se había percatado de un pequeño (mas bien gran) detalle "mi pijama es diferente, ¡oh no, no, no! que no sea lo que estoy pensando" - Hinata ¿estas por aquí cierto?- nadie respondía, todo era silencio, llegó a pensar en la posibilidad de haber acompañado a la pelinegra hasta el hogar de su amigo y quedarse pero... y sin dudarlo más corrió hacia el baño donde abrió el grifo y se lavó la cara "bien es ahora o nunca" y se miró en el espejo - ¡Aaaahhhh! No puede ser, es imposible, es un...genjustu, si concéntrate... ¡Kai!- todo  seguía igual- ¡kai! es ...real- se miró por unos minutos más en el espejo y empezó a deducir que tal vez Ino haya tenido que ver en este embrollo y debía averiguarlo pero antes iría a buscar a Hinata. Se desvistió decidida a darse una buena ducha, no le importó ver los atributos que la Hyuga poseía al mirarse en el espejo completo pues como médico era normal sin embargo pensó "¡qué hermosa eres amiga! si fueras menos tímida no solo tendrías al baka a tus pies sino que estaría enfermo de celos jajaja" y así se dispuso a bañarse y preparase para ir en busca de la pelinegra.

Mientras la ahora pelinegra se encontraba confundida en la casa del rubio, la Hyuga no la estaba pasando nada bien, desde que despertó sentía que no estaba del todo arropada por lo que cuando abrió sus ojos su sorpresa fue grande al encontrarse a sí misma con una pijama muy pequeña consistente en un minishort y una blusa pequeña de tirantes, si, era muy cómoda pero muy reveladora. Cuando miró más detenidamente notó algo más se notaba menos pálida, y sus piernas más largas aunque algo más delgadas sin duda una piernas bonitas pero sabía que no eran sus piernas, sin más preámbulos cerró sus ojos  y con un enorme sonrojo tocó sus senos eran por mucho más pequeños,eso si firmes y no es como si careciese demasiado, eran pequeños pero no inexistentes adecuados al delgado cuerpo que ahora parecía ocupar. Se levantó de la cama y observó que claramente no era la habitación que compartía con su novio "si lo que pienso es verdad, de alguna manera intercambié cuerpo con Sakura-san, tal vez Ino-san nos jugó una broma considerando que puede intercambiar su mente con la de otros, pero ¿puede intercambiar la mente de personas ajenas a ella? al parecer si" pensando en esto decidió darse un baño para ir donde Sakura a buscar a la rubia. Lo que no pensó la pobre es en lo difícil que podría ser bañarse con el cuerpo de otra persona por lo que lo pasó mal, muy mal, basta decir que desde que se desvistió hasta que una vez bañada volvió a vestirse TODO el tiempo estuvo con los ojos vendados, no sentía verguenza de ver a su amiga, lo había hecho cuando iban a las aguas termales pero ver que tocaba el cuerpo de su amiga aunque sea para asearse le daba la sensación de invadir su espacio y de alguna manera quiso ser respetuosa.

Cuando Sakura llegó a su apartamento lo que menos esperaba era verse a sí misma, era totalmente distinto a mirar su reflejo en el espejo, esa pelirosa frente a ella denotaba una extrema timidez que jamás creyó ver -Ya te diste cuenta ¿verdad?- le preguntó a la Huyga.

-Si, sospecho que Ino-san tuvo que ver ya que ella puede usar este tipo de justus.

-Lo mismo pienso, por cierto, ¡Que cuerpazo te cargas Hinata! me das envidia, no te había visto bien ya que siempre te tapas cuando vamos a las aguas termales con las chicas.

La ahora pelirosa se sonrojó en demasía -N-no digas e-eso Sa-sakura-san... es ver-gonzoso- habló la tímida chica tapándose la cara.

-Jajaja no te cohibas Hinata, de verdad eres preciosa, ese baka  me sorprende que no se haya abalanzado sobre ti desde que andan y duermen juntos-"aunque con esas pijamas dudo que note algo"- es sobreprotector y posesivo en el aspecto de que sólo quiere tu atención pero no es celoso obsesivo,posesivo y agresivo como para amenazar a cualquiera que sólo te pida la hora o te salude. Sabes algo, Sasuke-kun es celoso lo sé, pero se contiene pues sabe que muchos no tienen otras intenciones y confía en mi. Como sea, Naruto no se ha dado cuenta de muchas cosas y cuando lo haga, jajaja voy a gozarlo pero tendre mucha pero mucha pena por ti.

-No creo que llegue a eso, el es muy amable, vamos donde Ino-san para ver cómo salir de este enredo.

Llegaron casi corriendo a la floristería donde las recibió una alegre rubia- hola chicas ¿qué tal amanecieron?- preguntó inocentemente.

-¿¡Cerda cómo te atreviste a hacerlo!?- gritaba alterada la Hyuga Ino no podía creerlo, la siempre amable y tímida Hinata en un estado de humor tan agresivo.

-¿De que hablas? Calma 

-Ino-san por favor regrésanos a la normalidad.- pidió una amable ¿Sakura?

-A ver, no entiendo nada, voy a cerrar la floristería para...- la rubia se detuvo de repente y miró hacia la calle- ¡Heeey Shikamaru!- grito a pleno pulmón mientras un aburrido pelinegro se detenía para caminar después hacia las chicas.

-Pero de veras que eres problemática ¿qué se te ofrece?

-Te dejaré a cargo un momento del negocio y no me digas que no o veras de lo que soy capaz, con sólo decirle a Temari un par de cosas que podrían interesarle...

-¡No te preocupes yo me encargo!

-Gracias, eres un buen amigo, vamos chicas- y así las tres kunoichis salieron del lugar, una con cara de satisfacción, otra a punto de reirse y la última sintiendo lástima por el pelinegro.

Habían pasado dos horas desde que llegaron al departamento de Sakura quien vivia cerca de la floristeria, en ese lapso hablaron sobre lo que había pasado hasta el momento -lamento decir esto chicas pero yo no hice nada, si pudiera ayudarles lo haría pero no sé cómo- un silencio inundó la sala de estar, un silencio incómodo y con muchas interrogantes.

-Vayamos donde hokague-sama, seguramente hay registrado algún caso y podamos saber cómo solucionarlo.

-Hinata tiene razón, es posible que incluso Tsunade-sama se encuentre con Kakashi-sensei y entre los dos puedan ayudarnos.

-Bien, quisiera acompañarles pero creo que Shikamaru podría arruinar mi negocio así que tendré que regresar. Estaré pendiente por lo que necesiten.

Y sin esperar más las tres salieron del hogar de la Haruno-"sólo espero que podamos encontrar una solución, no quiero permanecer así, quiero volver a ser yo, Hinata sólo Hinata por ti Naruto-kun"- pensaba una triste ojiverde.