Simplemente es un sueño... [ChanBaek•• BaekYeol]

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—¿BaekHyun?...

No hubo respuesta, no vio ningún movimiento ni sintió a nadie serca. Trató de buscar algo, un rastro, la mínima señal de que el híbrido ya estuviera allí, pero nada. No había señal de BaekHyun. De todos modos ChanYeol no desistió y decidió levantarse del suelo con algo de esfuerzo decidido a encontrarlo.

El silencio estaba acompañado por el suave silbido del viento soplando mientras ChanYeol se encontraba totalmente solo en el bosque. Estaba descalzo sobre la tierra y el pasto húmedo, pero aún así, cuando caminaba, no le dolían los pies ni se mojaba, ni siquiera sentía lo algo bajo agua pies, solo deducía su textura por lo que podía distinguir con la vista. Era como si tuvieran unas sandalias invisibles que cuidaban su piel del rugoso suelo dandole una sensación de suavidad en su planta.

Respiró profundo y decidió comenzar con la búsqueda con algo de nerviosismo en él.

Sus pasos eran cortos mientras su mirada se paseaba de arriba a abajo inspeccionando todo, posándose de vez en cuando sobre la luna azul que adornaba el cielo. Se sentía vigilado por esa gran esfera brillante en el cielo. Ese satélite era lo único que parecía no cambiar en ese mundo, ya que era la misma imagen que distinguió cuando cerró sus ojos en su cuarto. Todo era tan malditamente conocido para él, como una película que no se terminaba de repetir, una cinta que ya habían visto miles de veces. Ya se sabía de memorizado ese pedazo de bosque, por más que estuviera en una penumbra donde era difícil ver algo con tantos árboles tapando su vista. Pero aún así, cada sueño se sentía tan nuevo y real como el primero, y sus ganas de encontrar a BaekHyun aumentaban cada día en él, eran más fuertes las sensaciones que le otorgaba ese híbrido y el no verlo lo frustraba.

Siguió caminando sin prisa, pero en alerta, tratando de no pasar desapercibido nada raro, ni una pequeña señal que llamará su ateatención. Y así fue cuando después de unos minutos, por fin lo escuchó.

ChnYeol volteó rápidamente el cuello al escuchar crujir unas ramas sobre el suelo, buscando al causante del sonido, y rogándole a los mismos dioses para que fuera el híbrido de pelaje blanco que tanto deseaba tener en frente. Sin embargo, no vio a nadie. Solo había hojas y troncos escalofriantes tapando su vista por completo y el sonido del viento se filtraba por sus oidos haciéndolo temblar de pies a cabeza. De todas maneras, no desistió y siguió inspeccionando el lugar con la mirada, achicando los ojos para poder distinguir algo entre todas la hierbas, árboles y arbustos que se me atravesaban frente a él.

Jadeó al distinguir unas pequeñas orejitas detrás de las hojas del un pequeño arbusto a unos pasos de él. ChanYeol pudo notar el movimiento ejercido detrás de este y no dudo por un segundo de que ese fuera la criatura que estaba buscando.

—BaekHyun... ¿Estas ahí?—murmuró y se acercó lentamente, a pasos cortos, esperando una respuesta.

Sin embargo la respuesta no llegó tan rápido y el tiempo estaba consumiendo a ChanYeol. Cuando se encontraba a punto de volver a llamarlo, la cabeza del híbrido se asomó de entre las hierbas y él pudo apreciar una vez más de una deslumbrante sonrisa que lo contagió por inercia, delvolviendo el gesto espontáneamente al ver tanta belleza desprenderse de tan pequeño cuerpo.

—Hola, ChanYeol.—saludó en tono feliz, saliendo de detrás de las hojas que lo ocultaban.—¿Ya empezamos a jugar?

Y esa simple pregunta lo descolocó, desvaneciendo al instante su sonrisa al darse cuenta de las intenciones del híbrido con esa sonrisa juguetona.

—No, no, no.—negó sacudiendo ambas manos rápidamente frente a él, inclinándose un poco hacía delante.—Aún no corras.—pidió en tono de suplica, mientras el híbrido comenzaba a retroceder lentamente alejándose de él de a apoco.