Brunolandia (Bruno Mars)

Capítulo 3

Si, si me desperté y aquí estaba, sentado en un asiento de la universidad al lado de Phil, ya que Eric se estaba traficando una morena a la que le hablaba al oído y ella sonreía. Estaba como muerto; como un zombi, no dormí ni tres horas y ahora estaba escuchando lo que decía una mujer sobre la composición de no sé qué mierda. Suspiré.

—Tampoco dormí nada —me susurróPhil con los ojos hinchados, algunas lagañas y unas ojeras horribles. Me hizo señas con los dos pulgares para darme aliento, sonreí.

Pero mi mirada ahora paro en la pelinegra que estaba a un costado de adelante a la derecha, casi cerca de la puerta, joder; era tan hermosa. ­­­­

—Tendrás que invitarnos a tu casita para que te podamos explicar cómo jugar golf o béisbol —dijo pensativo Eric —Ya sabes, tu entiendes... cómo jugar con el palo y las pelotas —rieron estruendosamente.

—Son unos malditos cerdos —reí negando con la cabeza —hablando de eso, están invitados a mi casa, vengan conmigo luego de la universidad —asintieron.

Nos sentamos en una de las banquetas con mesas y pedimos algo de comer, pero para mí mala suerte, se acercó Lake con cara de psicópata mirándome fijamente: mierda, lo que me faltaba.

—Hola Brunito —dijo con una sonrisa ladeada —¿Cómo te va?, bueno, para que pregunto si no me interesa —dijo haciéndose el pensativo —Sabes... vi como miras a la pelinegra, me has abierto la mente —sus dos compañeros sin vida propia asintieron —veo que es muy bonita, ¿te gusta?, que lastima, porque me la quedo, negro de mierda —termino para mirarme. Me limite a darle una gran sonrisa y sacarle el dedo del medio. Estaba trasnochado y cansado, hoy no tenía ganas de aguantar sus mierdas.

—Que mal, Lake... —dije con cara de "lastima" —pero, ella me dijo un secreto —dije mirando a todos lados como verificando que no hubiera nadie —me dijo que no le gustan los penes cortos —susurré y levanté una ceja, mis amigos me miraban atentos —pero no te preocupes, no le diré que tienes un grano de ajo ahí abajo —le guiñe un ojo y me acomodé en asiento empezando a comer tranquilamente.

—Te voy a sacar la mierda, Mars —apoyo su puño en la mesa —tenlo por seguro —y se largó.

—wow, ¿y ese es? —pregunto Eric.

—Es un imbécil, siempre desde el instituto me odio, y ahora está aquí, ese hijo de perra —hablé molesto.

—Tal vez no naciste para ligar con mujeres, pero haciéndome reír y tapándole la boca a ese malnacido, eres el puto rey —dijo Phil dando cortos aplausos de manera divertida.

Después del receso terminamos de tomar las asignaturas de ese día con la anécdota en la mente de lo que había ocurrido unas horas antes con Lake, Eric tenía su auto y nos llevaría a mi casa, para según ellos "enseñarme" a ligar con chicas. Cuando llegamos a mi casa, como siempre, abrí con mis llaves y nos adentramos.

—Tomen lo que quieran, hay frutas, jugo, soda, galletas —señalé —me iré a dar un baño, no destruyan la casa —asintieron los tres como niños buenos al mismo tiempo —bien —dije y me fui a la ducha de mi cuarto.

Realmente estaba agotado, no dormí anoche, el enfrentamiento con Lake, la chica... Era un conjunto de todo. Me deshice de mi ropa y me empecé a bañar bajo las gotas previamente calentadas. Ahí dentro duré lo necesario como para deshacerme de toda tensión muscular y cansancio, salí del baño con la toalla en la cintura y con otra pequeña secando mis rizos. Me quedé algo extrañado al ver a mis tres amigos sentados en mi cama mirándome fijamente con los ojos achinados y una que otra sonrisa pícara. Los mire con la misma expresión.