Tienda de música.

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Las clases terminaron y tocaba volver a casa. Me despedí de todos en la puerta y concretamos la hora para la quedada de esa tarde.

Coloqué de nuevo mis auriculares y me puse a escuchar la canción de Holiday de Green Day. Estaba bastante feliz por lo bien que había ido el día quitando el encontronazo con Tyler.

Llegué a casa y enseguida mi madre apareció delante de mí preocupada.

-¿Qué tal ha ido? ¿Se han metido contigo? -Preguntó rápidamente.

-No, mamá. Ha ido genial. En serio.-dije sonriendo. Me miró como si no se lo creyese.- Confía en mí.

-De acuerdo... Me alegro entonces.

Subí las escaleras y fui hacia mi cuarto.

-Ah, por cierto esta tarde me voy con los chicos y con Luna a la nueva tienda de discos. No llegaré tarde, lo prometo.-Le grité desde arriba a mi madre y cerré la puerta.

Entré en mi cuarto tirando la mochila a un lado y me tumbé de golpe en la cama tirando mis zapatillas al suelo. Respiré y me quedé un rato mirando mi habitación. Estaba llena de posters de rock y de discos de vinilo colgados en la pared. A mi derecha tenía un buen equipo de altavoces conectados a mi ordenador. Conecté mi lista de Spotify. Empecé a tararear la canción de Back in Black mientras miraba unas fotos colgadas en el tablón que tenía en la pared. Las quité todas y las guardé. Aparecía mi anterior yo y decidí que eso ya era pasado. En casi todas las fotos salía seria, con Luna e Izan agarrándome los mofletes para que sonriera. Se podía ver el deterioro con los años. Quería que todo fuera diferente a partir de ahora.

Tras descansar un rato empecé a vestirme. Chris había quedado en recogerme y tenía solo media hora para arreglarme y salir de casa.

Me puse unos pantalones largos a cuadros de color rojo y negro con una camiseta negra de Los Ramones y me recogí el pelo con una coleta alta.

Al poco rato sonó el timbre y bajé rápidamente. Chris ya estaba en la puerta hablando con mi madre, le empujé hacia fuera con rapidez. No quería que se pusieran a hablar durante mucho rato. Mi madre era muy pesada con todo el mundo y era fácil que se fuera de la lengua y contara todo lo que pasó en verano.

-Hola a ti también, preciosa. -Dijo Chris riendo mientras iba hacia su moto. -Perdón, es que mi madre se pone muy pesada a veces...

-No te preocupes. -Dijo sonriendo mientras me hacía una seña para subir a la moto.

Me subí y me dio uno de sus cascos. Era mi favorito ya que tenía un dibujo de unas llamas detrás. Él siempre llevaba uno que le regalamos entre todos y al que yo misma le dibujé en el lateral una calavera.

-Sujetate fuerte.

-No pienso tocarte ni con un palo. -Me cogí a la parte de atrás de la moto y el arrancó riendo.

Llegamos a la puerta de la tienda. Allí estaban esperando Luna e Izan. Les vi hablar otra vez con una gran ilusión en sus miradas. Cuando entramos a la tienda había un montón de discos clasificados alfabéticamente por el nombre de los grupos. Por un lado había de CD, por otro de vinilo y por otro lado los DVD con el concierto. Era un paraíso para Izan y para todos.

-Dios, esto es increíble.

Empezamos a mirar por todos lados. Chris y yo nos quedamos en la sección de DVDs cuando vimos a Luna y a Izan escuchando música de vinilo cogidos de la mano. No me podía creer que mis mejores amigos estuvieran enamorados pero no queríamos molestarles. Chris y yo nos miramos y reímos a la vez. Seguimos cotilleando discos cuando vi los últimos de mi grupo favorito: Green Day. Pero no llevaba dinero suficiente, era algo caro. Chris se prestó a darme el dinero que me faltaba pero me negué.

-En serio, no me importa dejártelo.

-No te preocupes, tengo muchos discos.

-Pero es tu grupo favorito y este no lo tienes. -Lo cogió y me lo puso por la cara.- ¿Seguro que no lo quieres? Mira que bonito...

-Chris. -Le detuve.- En serio, no pasa nada.- Reí.- No me voy a morir por no tenerlo.

Me separé de todos entusiasmada con la cantidad de discos que había y empecé a mirar los DVD's de Metallica cuando de repente mi mano chocó con la de alguien al intentar coger el mismo DVD. Miré hacia arriba y no me lo podía creer: ¡ERA TYLER! Estaba ahí parado como un imbécil sonriéndome y me separé rápidamente como si de la peste se tratara.

-Eh, el que tendría que separarse soy yo que podrías contagiarme algo.

-Déjame en paz. ¿Se puede saber qué haces aquí? -Estaba segura de que él no escuchaba rock.

-He venido a verte a ti, no te jode.

Le miré con repugnancia y me acerqué a mis amigos pidiéndoles que nos fuéramos. Salimos de la tienda y nos quedamos en la puerta. Les conté lo que había pasado y entonces salió Tyler de la tienda mirándome sonriente.

¿Por qué coño me sonreía? ¿Tenía que ser siempre así de prepotente? Decidimos irnos para evitarle cuando de repente una chica joven se dirigió corriendo a nosotros.

-Perdonad, ¿alguna de vosotras es Sylvia?

-Si, soy yo. ¿Ocurre algo?

Me sonrió y me dio una bolsa.

-Esto me lo han dado para ti. -La cogí y se fue.

Me quedé aturdida sin entender qué era aquello cuando Luna empezó a darme golpecitos para abrirlo. En el interior estaba el disco que yo quería.

Miré asombrada a Chris.

-Ya estás devolviéndolo, Chris. Te dije que no quería que me prestaras el dinero.

-¿Qué? Si yo no he sido.

Miré a Izan y negó con la cabeza. Luego miré a Luna e hizo lo mismo. Entré a la tienda y le pregunté a la dependienta.

-Perdone, podría decirme... ¿Quién fue quien le pidió que me entregara esto?

La chica sonrió.

-Un chico bastante mono, antes creo que tuvo un cruce con él en la sala de DVD's. Me pidió que se lo diera.

No podía ser verdad.... ¿Tyler? No... sería una equivocación, seguro. 

Odio a primera vistaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora