Nunca fue tu culpa, hueona [NFTCH2]

FINAL

Días habían pasado desde que la Fernanda había muerto, Isabel pasaba noches en vela pensando cómo pudo matar alguien. A veces iba a el cementerio a visitar su tumba y a dejar flores, ya que, pasada una semana de su muerte, sus familiares dejaron de visitarlas así que dejó de recibirlas. 

Isabel no fue a la cárcel ya que todo fue en defensa propia.

¿Qué fue de su tío Nicolás con Teresa? Se casaron, Teresa siempre estuvo enamorada de Nicolás, sólo que él fue demasiado ciego para darse cuenta antes. 

¿Cómo va su embarazo? 

Afortunadamente todo va bien, lleva 12 semanas de embarazo y todo va bien por el momento. Se fue a vivir con Mateo, dejando a su padre con su pareja e hija solos. 

Isabel:

—¿Dónde vas? —me sobresalté ya que no esperaba esa pregunta.

—¿Que yo qué? No nada, pff—me coloqué nerviosa, iría por última vez al cementerio, aún me sentía mal por haber matado a la Fernanda, sé que nunca dejaré de sentirme mal por matar a alguien, y, sinceramente quería despedirme. 

—¿Isa, está bien? —asentí.

—Sí, pero voy atrasada a un lugar, chao—le dí un beso, tomé las llaves del auto y la casa y corrí hacia afuera—¡Nos vemos!

Manejé a una velocidad normal, no estaba apurada, son apenas las tres de la tarde y el cementerio cierra a las 6.30, todo bien.

***

Mateo:

—¿Aló? —sonó al otro lado de la línea

—¿Francisca, la Isa está contigo? —pregunté rapidamente.

—Nop, ¿por qué? 

—Es que, salió hace unas horas y aún no vuelve y, tu sabes que desde el... Incidente le dan ataques.

—Chucha, verdad, ehm... Voy a dejar a las niñas con el Jhoan y voy a tu casa para que la busquemos. ¿A qué hora salió? 

—Como a las dos o tres

—Conchetumare, ya, altiro voy. 

—Ya, chao, nos vemos—me despedí y corté. 

Subí a la pieza a buscar una chaqueta por que estaba cagao de frío, busqué las llaves del auto y no las encontré, después me acordé que la Isabel se las llevó y me dieron unas ganas de pegarme weón.

Golpearon la puerta y fui a abrir, era la Francisca con la Daniela, —Hola, pasen.

—¿Aún no sabes nada de la Isa? —negué

—¿Y si está dónde su tío? —habló la Daniela.

—¿El Nicolás? —asintió. —Podría ser, la Isabel se llevó el auto

—Me estai webeando, ¿enserio?

—Sí.

—Oh, la media cuea, traje el auto de mi mamá —dijo la Fran

—Ah ya, estamos bien entonces. ¿Vamos? —asintieron y revisé que tenía las llaves de la casa, salimos y cerré la reja con llave. Pa' que ningún culiao se meta a robar.

—¿Quién maneja? —preguntó la Dani, —¿Mateo querí manejar?

—Ya—me pasó las llaves y nos fuimos dónde el Nicolás.

***

—Hola, ¿que los trae por acá? —preguntó la Teresa cuando nos vió—