El ambiente en la habitación de Daniel era diferente. Era la primera vez que Alex sentía otra faceta de su amigo, sorpresiva y dulcemente, los labios del mismo rozaron los suyos para acercarse cada vez más.
Extrañamente no opuso resistencia ni se sintió tan nervioso como con aquel primer beso con Eduardo.
¿Que podría significar?Alex cerró los ojos y paso las manos por el rostro de su amigo tomándolo de las mejillas. Notó la leve respiración entrecortada de él.
-Daniel...
-Shhh...deja que pase lo que deba pasar. -Le dijo convincentemente el otro.Ambos siguieron besándose levemente mientras las manos de Daniel buscaban la piel de Alex bajo la polera mientras su amigo no podía hacer nada más que temblar.
Ambos cuerpos terminaron en la mullida alfombra. Entrelazados. En un frenesí inexplicable.Era por la confianza? Por la amistad? Por el simple hecho que Eduardo ya había preparado su cuerpo como haciendolo explorar su sexualidad?
No era tiempo de preguntas, pero la mente de Alex iba a mil por hora.
Su corazón no paraba de latir.Las manos de ambos eran un vaivén de caricias en medio de jadeos. La alfombra sentía el peso de ambos muchachos con las piernas entrelazadas.
Daniel se levantó despacio y lo tomó de la mano para echarlo levemente en la cama. No sabía si Alex era de los que recibían o daban, pero iba a descubrirlo. Esto hacia su sangre hervir. Se puso sobre él dejando escurrir su melena castaña y mirándolo fijamente. Ya no era sólo el amigo gracioso, el camarada. Iba a ser su amante.El pelinegro había apreciado el cambio de actitud de su amigo y completamente sonrojado lo miraba a la espectativa de sus acciones. Era extraño y excitante a la vez encontrarse en esa posición.
Daniel tan bello, tan buen amigo tan... Tan jodidamente sensual. Dios mio.
¿Que demonios está a punto de pasar?El castaño hizo el amago de sacarse la polera, pero al ver la dificultad, Alex se levantó para ayudarlo, lo cual hizo que el otro lo atrajera cogiéndolo por la nuca y besarlo lascivamente, comprendiendo que el deseo no era unilateral.
Hizo lo propio con su polera y su polo quedando con el pecho desnudo.
Ambos volvieron a envolverse en un beso. Un beso que comunicaba mucho sin palabras. Anhelos, miedo, dudas, frustración, deseo, posesión...Para tener el hombro delicado, Daniel logró apoyarse y ponerse sobre Alex mientras volvían a recostarse reconociéndose con los labios y la lengua.
-Ah...espera, espera, Daniel por favor...
-Esperar qué ?
-Es...mi primera vez.
-Qué? Pero...Eduardo y tú no...Su amigo se queda demudado ante él. Luego su expresión deseosa cambia a una de vergüenza.
Bueno... Nos besamos, nos tocamos y me dio placer oralmente. Pero no llegamos a...- dijo con una sonrisa abochornada, por confesarlo en un momento como ése.
-Que honor para mi...-Dijo Daniel dulcemente. Ser tu primero...-Dijo volviendo a besarlo.
-Mghhg! Espera, espera por favor. Esto...no...no sé como afectará nuestra amistad.
-Desde que me besaste también eso ya pasó a otro nivel querido. -Dijo el otro seductora y dulcemente.Alex quedó mudo ante él dandose cuenta.
"Ya se jodió todo" fue lo que pensó en ese momento. Su amigo no lo dejó seguir pensando pues acalló su mente con otro apasionado beso. Su corazón latió fuerte nuevamente. Sus dedos por instinto se enredaron en el cabello de Daniel.-Ah...-soltó un jadeo cuando el otro empezó a ir besando y mordiendo su cuello levemente. Se mordió los labios.
Acomodó sus piernas en el cuerpo de su amigo envolviendo su cintura. "Qué estoy haciendo...santo cielo" El jadeo entre ambos pasó a gritos cuando se deshizo de sus piezas inferiores y sintió las manos del otro sobre su cuerpo. -Joder se siente tan bien...! -Exclamó arrugando las sábanas.
Su rostro estaba tan sonrojado que no se atrevía a mirarlo. -Eres tan lindo... -La voz de Daniel le sonaba distinta, de otra persona, no era ese amigo divertido, el compadre el casi hermano. Era diferente. Voluptuosa, excitante. Sensual como el se mostraba hasta ahora.
-Daniel espera...
Decía entre beso y beso que el otro de negaba a parar de darle.En cierto momento ya ambos se habían quitado todo y su amigo comenzó a tocarlo de una forma que miles de chispazos eléctricos corrieron por su espina dorsal provocando que arqueara su espalda.
-Para por favor...
-No te gusta lo que te hago Alex?
-No es eso...
-Bueno entonces que es?La situación era tan nueva y tan la misma que Alex estaba completamente confundido. Al no recibir respuesta, Daniel siguió tocándolo y nuevamente besando esta vez el largo y terso cuello del muchacho. Completamente sonrojado, veía como el otro disfrutaba de sus atenciones.
Parte de sus ojos lo miraban con sorpresa, con deseo y con ansias. Otra parte de su cuerpo no hacia más que temblar.-No...
-No qué...
-Eduardo no...!El cuerpo de Daniel se tensó en un segundo. Dejó lo que hacia y se congeló de inmediato. Un frío espantoso empezó a llenar el interior de su ser y sus ojos antes llenos de lujuria lo miraron con amargura.
-Veo que no es mutuo.
-Daniel yo...
-Me voy. Cuando te vayas a clases me encargaré de recoger mis cosas.-Dice levantándose rápidamente y tomando su ropa para cambiarse en el baño.Abrió la ducha y se metió tapándose la boca para que Alex no lo escuchase llorar. La puerta estaba cerrada con seguro.
En el cuarto, Alex se reponía pensando y reprochándose el porqué había dicho el nombre de su profesor en un momento como ese y llorando por la partida inminente de Daniel. Recogió su ropa y se fue a su cuarto, acongojado y triste. Sabiendo que lo de ellos era una herida que tardaría en sanar.
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Prohibido Besarte
Random¿Puede un maestro amar a un alumno? Va esto en contra de toda ética, y nos hace preguntarnos qué puede más, si la razón o el corazón. Eduardo Castells un afamado novelista y catedrático encuentra el amor en Alex, un alumno de segundo año, el cual lo...