En manos de un terrorista (historia Sasusaku)

La científica

*Sakura*

Ya llevaba un buen rato sin que Sasuke apareciera. Jugo se había ido y el aburrimiento se dió paso entre el miedo que sentía, de modo que mi mente fue vagando poco a poco en algo que no quería recordar... No debía.
......

—Bienvenida y felicidades.

—Gracias, es un gran honor trabajar en un lugar tan importante.

—Lo sabemos. Comprenderás que no podemos perder el tiempo, veo tus recomendaciones  y creo que estas lista para un trabajo especial ¿Qué dices? Aceptas ¿o prefieres empezar desde abajo como todos?

¿Qué que decía? ¿Es una broma? Estoy segura de que cualquiera en mi lugar aceptaría una oportunidad como esta. Antes de que le respondiera él siguió.

—Antes de que aceptes, debes saber que es un trabajo sumamente secreto, si aceptas no podrás hablar de él, tu entrada será en horas irregulares y tu registro de que trabajas aquí no existirá, así que tu paga será en el momento y seré yo quien te la de.

Admito que todo eso me dejo intrigada, pero mientras mas misterio ¡mejor! Así que deje que la ambición y la curiosidad me cegaran y respondí sin pensarlo mucho.

—Acepto, Kabuto.

Que tonta. Jamás debí aceptar. Ahí empezaron mis problemas

*Sasuke*

Itachi se fue tan rápido como vino.
Tenten y yo salimos por una ventana, Neji uno de mis aliados nos ayudo a escapar.
Disparo una flecha con cuerda al edificio y de ahí mi compañera y yo nos deslizamos, llegamos a un edificio más pequeño y comenzamos a correr, la policía nos seguía. Nos abrimos paso entre los techos y cuando su helicóptero creía tenernos saltamos al suelo. Era la ubicación planeada, entramos al taxi que estaba estacionado, era un auto robado y dentro estaba Suigetsu, otro de mis aliados; apenas pusimos un pie en el auto y el arranco, el helicóptero aún nos seguía y comenzaba a oír la sirena de las patrullas.

—Que molestia.

Yo iba en la parte delantera del auto por lo que Neji y tenten estaban atrás. Los vi preparando sus armas listos para el ataque. El taxi iba a toda velocidad. Recargue mi magnum, y entonces lo vi.
Nunca creí que el sólo hecho de ver un rostro me molestara tanto.
Una de las patrullas era mas rápida que las demás, se puso a nuestro lado y ahí lo vi.

—¡Sasuuuuke!

Maldición.

—¡Detente ahora mismo!

Apunte mi magnum hacía el rostro de Naruto y disparé. La patrulla se detuvo.

*Sakura*

—El es Kimimaro

Pobre hombre, se veía famélico y literalmente podía ver sus huesos, pues algunos de ellos de alguna extraña manera se salían de su cuerpo.

—Tiene una enfermedad, y quiero que lo cures.

—¿Cuáles son las bases de la investigación?

—Esto.

Kabuto me dió un tubo de ensayo con un líquido rojo. Sangre.

—Es de un donador, creemos que su sangre es la clave para tratar cualquier enfermedad, por desgracia el hombre murió, así que es imperioso que hagas bien tu trabajo, y seas cuidadosa.

Me aferre con sutileza al tubo. Ahora tenía una oportunidad inmensa. No una laboral, tenía la oportunidad de salvar a la población mundial de uno de sus mayores enemigos de todos los siglos: La morbilidad , esa era mi responsabilidad.