Fiesta submarina

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Eeee iee iee que no pare la fiesta ¡don't stop the paaaaarty!

Sonaba fuertemente en mi habitación por el pequeño y redondo parlante de Cher.
Son cerca de las 9pm y la "asombrosa" fiesta de Becca cabeza hueca comenzará luego, quizás en cualquier minuto.

Decidimos vestirnos y maquillarnos en mi casa, ya que mi habitación es más grande y el pequeño Mike no molesta. Es un tierno, siempre opina de cómo nos vemos y nunca dice cosas malas de nuestros atuendos; en cambio el hermano de Cher, que tiene 14 años, es todo un terremoto, trata de sabotearnos cada vez que nos preparamos. Una vez vació el perfume Marc Jacobs favorito de Cher y le echó cloro adentro a cambio.
La pobre Cher además de estar pasada a cloro durante días, tuvo una alergia espantosa, parecía que la había atacado una anguila eléctrica en el cuello.

Así que decidimos que arreglarse en mi casa era la mejor opción, y francamente, estoy de acuerdo; no quiero ser atacada por Tyler, el terremoto, esta noche debería verme espectacular.

—¡May! ¡Ven acá!—me llama Kat.

Estoy encerrada en mi walking closet decidiendo que ponerme para impresionar a Noah.

Esto no es verdad, no siento cosas por el, el esta en la FRIENDZONE.

Revuelvo todo mi armario hasta que parece un chiquero.
Me pruebo una polera medio sexy color blanca con unos jeans altos color negro azabache. Al mirarme al espejo, no me parece mal, pero no es suficiente; ya saben, esa sensación que sientes cuando se ordenas una porción mediana de papas, pero al tragártelas te arrepientes de no haber ordenado la grande; es algo, pero no es suficiente.
Salgo del estrecho closet para preguntar la opinión de mis amigas.

—Eh Chicas—digo para llamar su atención. Lily pone pausa a la música—¿Que les parece este atuendo?—digo insegura y dándome una vuelta en 360 grados.

Todas se dan vuelta y me examinan de arriba para abajo.

—Te ves hermosa May—dice Cath mientras se encrespa las pestañas. Rio para mis adentros, se ve ridícula mientras hace eso.

—¡Si!—dicen las otras al unísono

—¿En serio?—pregunto desanimada y frotando mi estómago.

Muy tarde, las otras ya estaban en lo suyo, Lily decidía que pares de zapatos ocupar, una decisión que a la vista era claramente fácil, pues esos bototos verde chillón eran espantosos. Cher pintaba sus gruesos labios, una escena muy memorable de ver si eres fan de Clueless, siempre me recuerda a Cher, de la película, en la escena que aparece pintándose los labios ja. Y en fin, Cath estaba siendo Cath, se maquillaba hasta los dedos del pie.

De algún modo, su forma de actuar, su pobre respuesta, no me convence. Me gana la inseguridad y vuelvo al closet a cambiarme de atuendo.
Hurgo muy muy al fondo del armario y toco una bolsa de papel que se encuentra arrugada. Al sacarla, veo un recibo de 79 dólares.

No puede ser lo había olvidado por completo que tonta.

Ansiosa, saco el contenido que se encontraba en la que era una bonita bolsa de color rosado pastel, y me encuentro con la hermosa, mejor dicho gloriosa, polera que Noah me había comprado en el centro comercial el día que me dio vuelta mi malteada de galletas sin querer.

Saco la prenda como si fuera un hueso santo, y por suerte mía, no se encontraba arrugada como la bolsa.

Inmediatamente y sin más rodeos y pensamientos, me quito la polera blanca y me coloco la provocadora polera negra con pequeños brillantes y un escote hermoso.
Me miro al espejo y me acerco hasta tratar de tocar mi clon que se reflejaba en el cristal.
Guau.
Esta prenda producía en efecto en mi, sentía que me hacia lucir guapa... lo que ninguna otra prenda hacía.
¿Será porque me la regaló Noah? Naaa, no puede ser.
Me miro al espejo de nuevo y noto que voy como la viuda negra, full negro de arriba para abajo, lista para ir de gatubella en una fiesta de disfraces. Arrugo mi nariz en forma de desaprobación y me saco los jeans dejándolos caer al gigantesco montón de ropa que decidí no colocarme.

La Luz de tu aparecerDonde viven las historias. Descúbrelo ahora