Corazones torcidos [Reddie]

No piensas en mí de esa manera

Resumen: Eddie llega temprano a la escuela con la esperanza de atrapar a su admirador en el acto, pero no tiene la oportunidad. Sin embargo, descubre algo sobre las flores que ha estado recibiendo.

Nota de traducción: el apodo con el que Richie llama a Ben (❤️) se refiere a un luchador llamado Haystack Calhount. Aunque también se refiere a la ciudad de Hayward, California, conocida como el "corazón" de la bahía (nada mal para el más romántico de los perdedores).

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Cuando Eddie se despierta a la mañana siguiente, unos quince minutos antes de que suene su alarma, ni siquiera intenta fingir que no está deseando llegar a su casillero. Había renunciado por completo a tratar de convencerse de que esto era una broma y, si es sincero consigo mismo, se sentía realmente bien al saber que alguien se sentía así por él. Incluso si sabía que no era Richie, se sentía bien ser querido.

Sonrió para sí mismo, se dio la vuelta y buscó el primer cajón de la mesita de noche donde había escondido las notas de los dos últimos días debajo de un falso fondo que Bill le había ayudado a instalar cuando eran niños. Lo último que necesitaba era su madre las encontrara.

Pudo sentir que su corazón palpitaba suavemente mientras se tomaba un momento para mirar los corazones garabateados en el frente, antes de extraer las páginas de sus respectivos sobre. Tiene cuidado de no doblarlas o arrugarlas y las examina en busca de pistas sobre quién podría ser este chico misterioso, sin importar el hecho de que había leído una y otra vez la noche anterior sin ningún resultado, y que ya había memorizado el contenido de cada una de ellas.

'Las flores pueden decirte exactamente lo que siento por ti' decía la nota de ayer. Él mismo no sabe mucho sobre los significados de las flores, pero claramente esta persona había pensado mucho en ello. Otro recordatorio de que no hay forma de este sea Richie, pero es agradable pensar en la idea de que alguien piense esas cosas sobre él. Tendrá que buscar en la biblioteca, durante su período de estudio, un libro sobre los significados de las flores.

No le queda mucho tiempo para pensar por el momento, y con una mirada a su reloj, ve que tiene que marcharse en cualquier momento. Rápidamente coloca las cartas de su lugar debajo del falso fondo de su cajón y lo cierra antes de arrastrarse fuera de la cama.

Se está cepillando los dientes cuando se le ocurre que si se apresura, podría atrapar a quien sea en el acto, y con un fervor renovado, se peina y viste lo más rápido que puede. Agarra una barra de granola del armario y besa a su madre en la mejilla, corriendo por la puerta e ignorando sus gritos preocupado mientras cierra la puerta detrás de él.

Arrastra la bicicleta y prácticamente arroja sus piernas sobre el asiento, y una vez que se ata el casco a la cabeza, sale del camino de entrada y baja la calle. El viaje a la escuela no es largo, a poco más de cuatro kilómetros de casa, y la adrenalina que siente lo hace sentir que dura menos. Su corazón está acelerado y piensa por un momento, que por lo general nunca es tan impulsivo, pero la curiosidad que ha despertado este tipo misterioso ha hecho que esta semana todo menos normal para Eddie.

No es hasta que patina para detenerse fuera de la escuela y tira de su bicicleta al estante que se da cuenta de que en su prisa por vencer a su admirador de la escuela, se había olvidado de encontrarse con Richie fuera de su casa.

Se siente mal por un momento, pero la necesidad de saber lo supera. Está seguro de que Richie estará bien sin él por una mañana, por lo que le pone seguro a su bicicleta en el estante y corre hacia la escuela, va lento mientras abre las pesadas puertas delanteras.

Los pasillos están vacíos, lo que él supone deben ser las 6:15, pero las luces de la oficina están encendidas y puede ver a la secretaria en su escritorio a través de la ventana. Antes de que ella pueda verlo, gira a la derecha y se abre paso por el pasillo, deteniéndose por un momento mientras llega a la esquina. Hace una pausa y respira antes de doblar la esquina, sólo para encontrar el pasillo vacío.