CAPÍTULO IV

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A la mañana siguiente Sun se lanzó a la cama de su padre brincando sobre él.

-¡Appi! ¡Appi! ¡Despierta! Es sábado, ¿A dónde iremos?

-Buenos días princesa. ¿Qué quieres hacer hoy?

-...Tienes los ojos rojos... Appi ha llorado...

La carita que puso Sun conmovió por completo a Tae, la abrazó y acunó en sus brazos.

-No pasa nada princesa, ayer llegué tarde y corría mucho aire, por eso tengo los ojos rojos.

-Appi, tengo cinco años, pero no soy tonta. Tu cara está triste.

-.... ¿Sabes qué quiero hacer hoy? Me gustaría visitar la casa hogar, ¿Te gustaría ir conmigo?

-¿¡En serio!? ¿¡Ya nos darán a mi hermanito!?

-...No, aún no, porque primero hay que entregar los papeles, pero tal vez hoy podamos verlo. ¿Quieres ir?

-¡¡¡SI!!!

-Muy bien, dile a Eun que te ayude a sacar tu ropa, bajamos a desayunar y nos ponemos bien presentados y nos vamos. ¿De acuerdo?

-¡Si! ¡Eun!

La niña se bajó de la cama y se fue corriendo a hacer lo que su padre le decía. Uno de los deseos más grandes que tenía Tae era ser padre, le llevó dos años lograr adoptar a Sun, pero estaba feliz de haberlo logrado, sabía que su vida daría un giro de ciento ochenta grados, pero era un gran deseo de parte de él. Eun por su parte también estaba feliz de poder cuidar a un niño más, Eun tuvo un accidente muchos años atrás que le impidió tener hijos, llevaba varios años cuidando a niños ajenos, pero era muy feliz haciéndolo, hasta que se encontró a Tae, quién le pidió que cuidara a Sun de tiempo completo y así ha sido desde que iniciaron los trámites de la adopción.

Los tres bajaron a desayunar, una vez listos, Tae puso en el asiento para niños a Sun, cuidando que las correas estuvieran bien amarradas.

-Appi, ¿Por qué no nos pueden dar a mi hermanito hoy?

-Hay muchos papeles que firmar.

-¿Cuándo regresaremos a casa con mi hermanito?

-...No lo sé Sun, de mientras vamos a quedarnos esta noche con tu tío Jimin, ¿Te gustaría?

-¡Si! ¡Tío Jimin juega conmigo!

-Muy bien, entonces pórtate bien. ¿Ya llevas a Teddy?

-¿Eun puedes correr por él? lo dejé en la cama.

Eun entró a la casa por Teddy y después se lo entregó a Sun.

-¡Aquí está!

-Gracias Eun. ¿Cómo se dice Sun?

-¡Gracias Eun!

-De nada.

Tae le entregó el osito a Sun y cerró la puerta del coche. Se giró para poder despedirse de Eun.

-Que te vaya muy bien Tae. Estaré esperando por ustedes.

-Nos vemos el lunes, gracias, te mantendré informado.

Tae subió a su auto y se dirigió a la carretera rumbo a casa de Jimin, Tae y Sun iban cantando canciones tanto infantiles como de doramas, ya que estar tanto tiempo con Eun, la niña ya se   había adaptado a ese género.

-Appi, mira.

-No puedo verte Sun, voy manejando, ¿Qué necesitas que vea?

-Oh, ¡Que ya soy fuerte!

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