CAPÍTULO VI

124 21 2
                                    

A la mañana siguiente, Tae se quiso estirar, pero tenía el cuerpo de Hoseok pegado al de él. Sonrió, en verdad se sentía feliz de amanecer en brazos de a quien amaba, recordar que en pleno orgasmo Hoseok le haya declarado su amor, fue lo mejor que pudo tener, no quería despertarlo, pero sabía que tenía que correr a casa, no tenía su celular como para saber la hora, anoche que llegó con Hoseok a casa, lo había dejado en la sala para después preparar el té. Sin embargo, sabía que no debían ser más de las ocho pues no había tanta luz, se removió un poco y Hoseok cerró aun más su abrazo, por lo que Tae no podría separarse, con un movimiento rápido puso a Tae boca arriba, quitando su cuerpo y poniéndose a horcadas sobre Tae, el amor que Hoseok le transmitía a Tae era evidente, le sonrió y le besó el cuello, su pecho, pellizcó sus pezones y bajó con besos hasta el miembro de Tae, besando y arañando sus costados, Tae gemía y se removía bajo las caricias de Hoseok, le abrió las piernas, Tae se estiró a la mesita cerca de la cama para darle el lubricante, Hoseok lo tomó y vació un chorro en la entrada de Tae, metió un dedo, sacándolo y metiéndolo provocando en Tae un gemido pasional, lo giró e introdujo un poco más ayudándose de dos dedos, se puso un poco de lubricante en su pene, pero giró a Tae para quedar boca abajo, se introdujo en él poco a poco, los gemidos roncos que daba Tae, eran el mayor estimulante que Hobi podría tener, fue subiendo el ritmo poco a poco sin dejar de besar, tocar o acariciar la espalda, caderas o piernas de Tae. Hasta que ambos llegaron al orgasmo y una vez más Hobi pronuncio lo que tanto deseaba Tae...

-Te amo Tae, en verdad lo hago.

Sabía que esas palabras le había costado mucho pronunciarlas, ayer pudo haber sido en el frenesí del orgasmo, pero esta vez una vez que terminaron, se abrazaron y fue ahí donde Hobi las pronunció, abrazado de Tae, miedo de perderlo, miedo de aceptarlo, Tae imaginaba cómo se sentía, pero en ese momento Tae estaba muy feliz de escucharlo, de sentirlo, de estar entre sus brazos, tanto que olvidó nuevamente la hora, hasta que a lo lejos escuchó su celular sonar.

Se separó rápidamente de Hoseok y fue corriendo hasta la sala, tomó una toalla que estaba sobre una silla en el cuarto de Hobi y se la puso en la cintura.

-Eun. Buenos días, discúlpame ¿Todo está bien?

-.....

Si, lo siento, fue una emergencia, ¿Ya despertó?

-...

-Bien, no tardo en llegar, arréglala para salir. Te veo en un rato. Gracias.

Tae colgó el teléfono, pero su corazón estaba muy acelerado, cuando giró vio a Hobi con unos pantalones holgados y sin camiseta, sin duda le gustaba mucho el físico de Hobi.

-¿Quién era?

-Nadie, debo irme.

-Tae...

Tae se acercó a Hobi y lo besó, después lo abrazó.

-Te prometo que hablaremos, pero hoy me es imposible, te veo el lunes en el trabajo, si quieres saliendo podemos ir a tomar algo para platicar. ¿Sí?

-¿Mañana no puedes?

-Los fines de semana son muy complicados para mí, pero prometo que te contaré más de mí. Te quiero en mi vida Hobi, de verdad lo deseo... mejor hablamos luego, debo correr.

Tae se separó de Hobi fue al cuarto de baño dándose un baño rápido, no podía llegar a su casa oliendo a sexo, recogió toda su ropa, se la puso, buscó a Hoseok que estaba en la cocina preparando el almuerzo, le abrazó por la espalda, le dio un beso y salió a su casa.

Al llegar a casa, entró despacio, asomando su cabeza, era la primera vez que hacía algo así, cerró la puerta, dejó las llaves en el recibidor y fue a la cocina, Eun estaba terminando de preparar el desayuno.

CONFRONTACIONDonde viven las historias. Descúbrelo ahora