Capítulo 6: quinto obstáculo: soberbia y/o orgullo.

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Capítulo 6: quinto obstáculo: soberbia y/o orgullo.

Luego del episodio de la biblioteca, Elizabeth entendió más que de sobra que el siguiente obstáculo al cuál se enfrentaría sería soberbia.
Pero antes de enfrentar de lleno ese problema, quería que su amo se sociabilizara un poco con sus antiguos amos.
Así que el domingo, aprovechó lo conversador que estaba su amo, para hablarle sobre sus anteriores amos, le comentó como eran al principio, lo que eran ahora, lo que le había costado cambiarlos... etc.
-amo Gaara-le dijo cuando terminaron de conversar del asunto-me gustaría que compartiera los recesos con nosotros... los chicos son geniales...
-sabes que no me agrada formar parte de grupos-respondió el pelirrojo, mientras se dejaba masajear por la pelinegra, bajo la sombra de aquel árbol.
-lo se... pero no puede ser un marginado el resto de su vida... a demás hablamos de gente de total confianza...
-si tuya...-respondió apáticamente, no sabía porque su dama le pedía eso, pero como que se llamaba Gaara que no iba a ceder ante ese petitorio.
-me lo debe- dijo la pelinegra usando su último recurso.
-no se a que te refieres...
-al golpe que me dio ayer... me dolió mucho.
El pelirrojo se quedó callado... maldita soberbia... si le hubiese pedido disculpas como Dios manda, seguro y no tendría que aceptar estar con el grupo de melosos como el los calificaba.
Por su parte Elizabeth sonrió ampliamente... ya había ganado, Gaara se lo estaba pensando.
-de acuerdo- respondió de mala gana- pero ni sueñes que voy a hablar...
-me basta solo el que este conmigo.
Aquellas palabras provocaron que el menor se sonrojara un poco... no entendía porque, pero aquella frase activó algo en su corazón que desconocía, pero que se sentía bastante bien.
Y como habían acordado, ni bien tocó el timbre del receso, Elizabeth tomo a su amo de la mano, y lo llevó al patio para buscar a sus cuatro amigos, que se encontraban almorzando bajo la sombra de un árbol.
-espero que no les moleste que Gaara-sama nos acompañe.- dijo la pelinegra mientras se sentaba, y junto a ella se sentaba su amo, para cerrar aquella ronda que se había formado.
-por supuesto que no ttebayo-decía el rubio alegremente-es un placer tenerte aquí Gaara-san.
El pelirrojo asintió, y sacó su almuerzo.
-si quieres puedes ponerlo en el centro con los otros, y podemos compartir.
Por alguna razón el pelinegro aceptó la propuesta de la futura mamá, y puso su almuerzo junto con los demás en el centro.
-Elizabeth ¿este lo hiciste tu verdad?-preguntaba Sasuke, mientras se llevaba un pedazo de una croqueta de pulpo a la boca.
-así es... ¿no creerás que dejaría que Gaara-sama comiera algo hecho por alguien que no sea yo?-dijo alegremente la pelinegra, que como siempre, solo observaba a los demás almorzar.
-por cierto Elizabeth... ¿por qué no comes?-preguntaba un inocente rubio, mientras se llevaba a la boca un pedazo de sándwich.
-no acostumbro almorzar... por alguna razón por mas que lo intente, no tengo apatito hasta sino hasta la hora de la merienda o la cena.
-eso cambiara cuando andes como el dobe- dijo Sasuke en tono de burla, refiriéndose al embarazo de su pareja, quien hizo un puchero, que lo dejaba ver algo infantil y tierno a la vez.
Por alguna razón, el pelirrojo se había imaginado a si mismo junto a una Elizabeth embarazada que le sonreía ampliamente.
Se reprendió internamente... ¿cómo podía pensar semejante cosa? Seguro alguien estaba fumando sustancias alucinógenas cerca. (Nda: ¿¿no sería más fácil reconocer que le queres llenar la cocina de humo a Elizabeth?? Gaara: deja de decir idioteces... ¬_¬)
-todo esto Sasuke, si se olvida de que es una dama de compañía, y comienza a pensar en su vida...-decía el hyouga entrando en la conversación.-y tu y yo sabemos que si por alguna razón deja de trabajar para los Sabaku, buscará algún nuevo amo para cambiar...
Gaara sintió una incomoda opresión al pensar que en algún momento podría estar sin la compañía de esa mujer que le había acompañado los últimos 2 meses, ya casi 3. Se tranquilizó al sentir las manos de Elizabeth limpiarle la comisura de los labios.
-no es justo Elizabeth... ¿por qué conmigo nunca hiciste eso?
-porque tu eras demasiado quejoso, y si lo intentaba me golpeabas tan fuerte que por semanas no podía volver a mover la mandíbula.
El uchiha bajó la vista apenado al recordar la cantidad de veces que había golpeado a Elizabeth.
-en ese sentido tengo que darte las gracias Ely-chan... si no hubieses cambiado a Sasuke teme seguiría siendo tan teme y nunca hubiera podido estar con el.
-ni quedar embarazado.-decía como remate el pelinegro, que rió al ver a su pareja en un nuevo puchero.
-por cierto Hinata-chan, tu ya estas por entrar en los 6 mese de embarazo... ¿ya patea?-preguntó la pelinegra al notar que hinata no había intercedido en la conversación.
-si algo... son un poco haraganes.-dijo en tono burlón mientras se tocaba el vientre.
-¿es más de uno?-preguntó sorprendida Elizabeth.
-son dos-confirmó-en la ultima ecografía salió un segundo bebé.
Elizabeth miro a Neji, que parecía también recién enterarse, y se desmayó.
-dios santo, hombre tenía que ser- decía la Rose, mientras se acercaba al hyouga y lo despertaba.-vamos Neji, hazte responsable por ser un semental, y deja de comportarte como una niña.
El pelinegro se despertó, y se acercó a su novia para comenzar a acariciar su vientre, y hablarle melosamente a sus hijos pidiéndole disculpas a ambos por no saber que eran dos, mientras al resto del grupo le caía una gota estilo anime por la cabeza.
El resto de la jornada de clases pasó tranquila, entre bromas de Elizabeth y Sasuke hacia el pobre Neji, que ya no sabía como pedirle disculpas a sus hijos.
En cuanto al pelirrojo, la experiencia le había parecido bastante buena... debía agradecerle a Elizabeth por ello, pero el bien sabía que no lo haría.
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La semana se les pasó volando. Gaara ya estaba habituado a estar con el grupo Rose, como la misma lo llamaba, y la verdad era que se sentía muy a gusto... pero como siempre, no lo diría, no se lo dejaría saber a Elizabeth.
Por su parte, Elizabeth, sabía cual era el problema de su amo, y ya estaba decidida a romper con aquella carcasa de orgullo y soberbia que tenía su amo.
Ya era viernes a la noche, habían terminado de tomar el baño acostumbrado, y ahora la pelinegra se encontraba masajeando la espalda de su amo, que estaba con el torso desnudo, acostado boca abajo en su cama, y mantenía los ojos cerrados para poder dejarse llevar por lo que sentía su cuerpo. (Nda: en estos momentos Elizabeth te odio... >_-amo Gaara.
-mmm- respondió sin quererlo en un tono que dejaba ver cuanto estaba disfrutando las caricias de la mayor.
-se que no conoce otra cosa que no sea ese tonto orgullo, pero ¿no ha pensado que tal vez le hace daño a otros comportándose así?
-¿cómo a quién?-pregunto el pelirrojo algo molesto.
-a mi por ejemplo.-respondió muy segura, estaba dispuesta a romper con aquella parte del ser de su amo.- me duele que usted no me diga ni un mísero gracias por todas las atenciones que tengo con usted.
-es parte de tu trabajo-contestó... realmente no quería hacerlo, pero aquello en lo que se había convertido con los años, parecía no querer darle tregua alguna a aquella parte sensible de su ser.
-en ese aspecto tiene razón, pero en mi trabajo nunca estuvo incluido hacerle un nuevo grupo de amigos, o ayudarle a poder ser más abierto para poder hablar con sus hermanos de una manera mas amena.
Gaara calló... aquella parte de el que se resistía a los cambios de la pelinegra, parecía estar retrocediendo lentamente.
-a demás de ti no hay nadie mas...
-naruto-kun ha estado deprimido porque no le agradece cuando el le presta cosas, o porque cuando el le habla usted solo asiente.
Sintió como aquella parte que se resistía se daba por vencida, pero aun así le costaba decir lo que debía decir...
-olvídelo... ya es hora de que duerma o mañana no podré despertarlo ni con un circo ruso.
Elizabeth arropó a su amo con las sabanas, luego de colocarle la camisa de su pijama, y se dirigió a su cama para dormir.
-Elizabeth-escuchó la voz de su amo y volteó.
-si amo Gaara.
-gracias-dijo simplemente, y se durmió...
Elizabeth sonrió, y se acercó a la cama de su amo, para depositarle un beso en la frente.
-no amo Gaara, gracias a usted.
Luego de aquello Elizabeth se acostó en su cama y apagó las luces... ya había vencido ese obstáculo, pero bien sabía que el siguiente sería el ultimo obstáculo, y que para ese, debía pedir ayuda... mucha ayuda.

CHANGE (Gaara - Naruto Shippuden)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora