Idiota pelirrojo [Romione]

Magia más allá de las varitas

-¡Rose!-Llamé desde la casa.-¡Está lista la cena!

Mi hija, de cuatro años, dejó de jugar con las mariposas en el jardín, y me miró, claramente decepcionada.

-¡Pero...!

-¡Rose Weasley!-Insistí.

Ella frunció el ceño y se acercó a la casa.

-Mami, las mariposas me estaban hablando.

Sonreí y me agaché como pude para besar su frente.

-Puedes seguir hablando con ellas mañana, corazón.

Rose asintió de mala gana y entró al comedor.

Suspiré profundamente. Tenía que hablar con ella y con...

-¡Mamá! ¡Sopa no!-Protestó al ver la cena sobre la mesa.

-Sopa sí. Es sana.

Me senté a su lado y le acaricié el cabello rojizo que había heredado de Ron. Sus ojos chispeantes y azules también me recordaban a él.

-Pero es fea. Quiero esperar a papi.

Suspiré.

-Rose, papi vendrá más tarde hoy...

-¿Alguien me llamó?-Preguntó Ron abriendo la puerta principal y entrando con un paquete de colores en sus brazos.

-¡Papá!-Gritó Rose corriendo hacia él.

Ron dejó el paquete en el suelo y la tomó entre sus brazos.

Sonreí y me acerqué a ambos.

-Buenas noches.-Dijo Ron inclinándose sobre mis labios para darme un casto beso.

-Papi.-Protestó Rose.-Mamá hizo sopa otra vez.

Ron me miró con diversión y cargó a Rose hacia la mesa.

-Si comes un poco de sopa, te prepararé un hot-dog.

-Ron.-Lo regañé.-No debes consentirla así.

Él me guiñó un ojo.

-Luego puedo consentirte a ti también. Rosie va a beber con gusto su sopa. ¿Verdad?

Rose hizo una mueca, pero asintió y comenzó a comer.

Ron se acercó a mí y me rodeó con sus brazos.

-Ven con nosotros, mi amor.-Murmuró con una sonrisa.

Mordí mi labio inferior y lo abracé con alivio.

-Creí que no vendrías a tiempo para cenar.

-Aquí estoy.-Susurró.-Me dieron el turno en rehabilitación mágica muy tarde, pero pude desocuparme temprano.

Acaricié su cabello y besé su nariz.

-¿Cómo te fue hoy con eso?

-Genial. Cada vez me notan mejor.-Dijo guiñándome un ojo.-¿Y cómo te fue a ti en San Mungo?

-Sobre eso...

-Acabé mi sopa. Quiero un hot-dog.-Dijo Rose desde la mesa.

Ron rió y me besó suavemente.

-De acuerdo, Rosie.

Me acerqué a la mesa y me senté a comer. Tenía más hambre que de costumbre, pero no me preocupé por eso.

Mientras veía a Rose hablándole animadamente a Ron sobre su día, sonreí.

Cuatro años habían pasado sin rastros de Voldemort.