El círculo de los mortífagos

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Cuando abrí los ojos, me encontré atada de pies y manos al tronco de un árbol, suspendida por encima del nivel del suelo.

Frente a mí había una fogata, y un grupo de tres personas discutía en voz alta.

Traté de abrir la boca para escupir, porque la sentía pastosa, pero estaba amordazada.

Traté de discernir quiénes eran los tres mortífagos (era evidente ya que habían dejado sus máscaras junto al fuego), pero eran rostros que no conocía. El que estaba sentado más a la izquierda tenía en su mano el trozo de mi pantalón que se había enganchado en las zarzas cuando buscaba el refugio con Ron. Debían haber usado un hechizo rastreador para seguirme... ¿Cómo había sido tan ingenua?

-Debe hacerse pronto.-Estaba diciendo uno de ellos.

-Sí. El Señor Tenebroso no puede seguir esperando.

-Potter no será problema esta vez, la profecía ya se cumplió.

-Así es. ¿Qué hay de ella?

Cerré los ojos para fingir que sería desmayada, sabiendo que voltearían a verme.

-No será problema. Es evidente que fue idiota al alejarse del auror Weasley. Él era el único capaz de hacerla entrar en razón.

-Es una suerte que Yaxley lo haya encontrado.

-Me hubiera gustado estar allí para oírlo gritar de dolor con la maldición cruciatus.

Mi corazón se aceleró.

Ron. Ron... A Ron lo había hallado un mortífago. Y él no podía defenderse porque yo lo había inmovilizado...

Mis ojos se llenaron de lágrimas. Ron estaría sufriendo... O muerto. Y era mi culpa. Yo había huido de él.

-Seguramente no soportó la tercera vez. Debió morir antes. No como nuestra prisionera... Ella la soportó doce veces. A manos de Bellatrix.

-Eso prueba su poder.

-Tenemos que usar su sangre para experimentar una vez hayamos acabado con ella.

-Lo haremos, no lo dudes.

Sentí un desagradable escalofrío.

-Jones estará orgulloso. Nos compensará bien.

-Sí, pero no podemos entregarla así.

-¿De qué hablas?

Los tres hombres (a esas alturas ya había notado que eran hombres) rieron cruelmente.

-La sangre sucia es guapa.-Dijo uno.

Volví a sentir un escalofrío. Tenía que huir de allí.

-Lo es. Tiene carnes jóvenes y suaves...

Entreabrí los ojos. Los tres me miraban. Eran prácticamente treinta años mayores que yo.

-Además las sangre sucia son más dóciles en la cama...

Uno de ellos se me acercó y me tomó un mechón de cabello.

-Huele bien. Yo iré primero. Ustedes llamen a Jones.

Los otros dos hombres se marcharon.

El mortífago restante me desató, pero solamente los pies.

No... No, de ninguna manera... Sólo Ron había... No permitiría que alguien más me tocara. Nunca.

Abrí los ojos y le di una patada en el medio del pecho.

Luché moviendo mis muñecas para liberarme, pero las cuerdas eran mágicas, y me apretaron aún más.

Idiota pelirrojo [Romione]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora