✨Capítulo tres✨

21 6 0
                                    


Palacio Real de Oslo.
Domingo 17 de julio de 1814, 7:00 pm.

Faltaba tan solo media hora para que las puertas del palacio se abrieran a todo el pueblo noruego y Anthony ya se había mordido todas las uñas. Tenía miedo de lo que le podría deparar el destino después de esta noche. Natasha y Steve se encontraban en la habitación de Tony para poder tranquilizarlo, sabían bien que él sufría ataques de ansiedad. Steve mantenía su mano sobre su hombro para calmarlo, pero ni sus pequeñas caricias ni palabras de aliento lo ayudaban.

-Toma, póntelo en la frente, parece que te vas a desmayar- Anthony tomó la toalla mojada que le ofreció Natasha, se la puso y se recostó en su cama.

-Corrección, me voy a desmayar. Les apuesto a que Stane ya me prometió con alguna princesa.

-¿Qué no se supone que tú debes elegir? - le recordó Steve.

-Sí, pero Stane a hecho muchas cosas en mi nombre, esta no sería la excepción.

-Vamos Tony, ¿podrías dejar de pensar en eso y tratar de disfrutar la fiesta? Hace mucho tiempo que no asisto a una- alentó Romanoff. Ese día decidió llevar un vestido largo de encaje color dorado, con su antifaz color negro y bordes dorados. Su cabello lo llevaba suelto, solo con una pequeña tiara dorada, y sus largos rizos rojos.

-Sí Tony, será fantástica- le aseguró Steve, mientras tomaba su mano, haciendo que Tony se sonrojara.

Cuando se besaron en el santuario, jamás imaginó que fuera tan cuidadoso, como si tuviera miedo de arruinar el momento. Fue un beso lento y tierno, sus bocas explorando lo desconocido. Cuando se separaron, se quedaron un rato en silencio para procesar lo que había ocurrido, después acordaron tratar de disfrutar juntos el tiempo que les quedaba antes de la fiesta, ese lugar sería su "escondite".

-Bueno, creo que ya es hora de que nos vayamos Steve, debemos dejar al rey que se termine de alistar para recibir a sus invitados- recordó Natasha-. Además quiero hablar contigo sobre algo.

-Claro, si quieres ve adelantandote, voy en seguida- le respondió Steve. Lady Romanoff asintió y se retiró de la habitación con una gran sonrisa en su rostro.

-Antes de irme, quiero que sepas esto Tony- empezó Steve, quitándole la toalla de la frente, tomando sus manos y conducirlo al centro de la habitación-. Pase lo que pase esta noche, quiero que sepas que estos días que estuve contigo me hiciste la persona más feliz del mundo, disfruté cada segundo a tu lado y jamás dejaré que nada ni nadie te haga daño mientras yo siga con vida, palabra de Caballero Nórdico.

Sus expresiones eran neutras, pero sus ojos azules demostraron determinación y cariño, dejando en claro que sus palabras eran dichas desde el corazón.

Todos los caballeros debían portar un traje color blanco, con las mangas y el cuello color azul cielo; los botones del traje eran transparentes y en la parte frontal de la chaqueta tenían bordados en color plata pequeñas flores. Además debían usar antifaces plateados con bordes negros, pero en ese momento Steve lo no usaba.

Anthony quería que la fiesta fuera una pesadilla, amaba demasiado a Steve como para dejarlo ir, él aún no se había rendido para buscar un futuro a su lado. -Steve, lo único que te pido por esta noche es que pueda bailar contigo una última vez, por favor.

-Por supuesto, mi rey...- respondió Steve, para después juntar sus labios en un cálido beso.

Steve acercó más a Tony para intensificar el beso, las manos de Tony estaban en su nuca acariciando su cabello. Tony mordió juguetonamente el labio inferior de Steve, haciendo que ambos sonrieran y terminaran con el beso. Steve le dio un corto beso en la frente como despedida, luego, con mucho pesar, salió sigilosamente de la habitación.

La Decisión Final [Stony] CANCELADADonde viven las historias. Descúbrelo ahora