Capítulo 4

256 25 7
                                    

Paula

Hemos estado una semana en Bogotá después de la boda y en esta semana mis padres se la han pasado afuera arreglando "asuntos" la verdad ya no era extraño y no, no me aburría en el hotel porque podía ir al GYM, estar en mi celular, escuchar música y hablar con mis amigas. Si se preguntan sobre la experiencia con los chicos pues la verdad no se la he contado a nadie. Después de tanto era el día de por fin irnos.
No sonó mi despertador y cuando desperté ya íbamos tarde, me puse a empacar y cuando terminé fui a la habitación de mis padres y resulta que aún seguían dormidos.

-¿¡¿Padres?!? Es súper tarde, vamos a perder el vuelo.
-Necesitamos hablar contigo.-dijo mi padre.-
-Hablamos en el aeropuerto pero ya apúrense.
-Paula, escucha.-dijo mi madre.-

Me senté en un sillón que había al lado de la cama y escuché con atención.

-Tú te quedas en Bogotá.-dijo mi padre con una voz firme.-
-Me quedo? A qué?-pregunté.-
-Vas a hacer la Universidad en la Universidad de Los Andes, ya tienes una casa y trabajarás para la empresa.

No me opuse a esta decisión, esto me convenía. Duramos platicando sobre cómo iba a estar la situación. Me llevaron a la casa donde viviría la cual ya venía  incluido todo y hasta mañana iría a elegir mi carrera. Mis padres se fueron y ahora que se supone que haría? Fui hacia el refri y cuando lo abrí lo único que me encontré fue agua, supongo que tengo que ir a hacer el mercado. Busqué en Google un supermercado cerca de la casa y justo estaba al lado de un centro comercial, me dirigí hacia allá no sin antes pasar a Starbucks a tomar un café.

Me formé y rápidamente me atendieron, lo probé y le faltaba un poco de azúcar así que me dirigí hacia la barra donde están las servilletas, popotes y endulzantes. Le puse un poco de azúcar y le moví me quedé parada un par de minutos viendo al frente pues podía ver la ciudad y eso me encantaba. Estaba muy concentrada y un tipo que estaba a mi lado me habló.

-No sabía que las mexicanas seguían a los colombianos.-dijo con sarcasmo.-

Volteé y era Isaza. Sonreí y le contesté.

-Corrijo, no sabía que los colombianos seguían a las mexicanas.

Reímos, hablamos un rato y luego me despedí pero Isaza me detuvo.

-Hey, a dónde vas? Siéntate.

Acepté y me senté.

-¿Qué haces por acá?-preguntó.-
-Vine a una boda y ahora resulta que me quedaré a hacer la Universidad en Bogotá.
-Bien, si necesitas algo solo dime. ¿Cuál es tu nombre?
-Paula. Paula Sakal.
-Lindo nombre. Yo soy...-interrumpo.-
-Juan Pablo Isaza Piñeros.
-Por Dios, bueno...es normal. Eres una fan.

Platicamos un momento y cuando me habían acabado el café por fin me iría.

-Bueno...te dejo. Tengo que ir a hacer el super pues no tengo nada en el refri. Un gusto.
-Te acompaño.
-Si gustas...

Fuimos a hacer el super e Isaza me recomendó un par de cosas Colombianas para probar, pagué y por fin iría hacia casa a dormir un poco.

-Bueno...pues...
-No te despidas, vamos, te acompaño hacia tu casa. Me preocupa que te digan algo o te pase algo o te pierdas.

Me acompañó hacia mi casa y por fin me despedí de él.

-Hasta luego, que tengas un lindo día. Gracias por acompañarme.
-Cuídate.

Isaza

Paula, por fin sabía su nombre. Cuando la acompañé hacía su casa me di cuenta que estábamos relativamente cerca, yo vivía a 5 cuadras después de su casa. Espero verla seguido.

Has llegado al final de las partes publicadas.

⏰ Última actualización: Aug 11, 2018 ⏰

¡Añade esta historia a tu biblioteca para recibir notificaciones sobre nuevas partes!

Colombia Juan Pablo Isaza Donde viven las historias. Descúbrelo ahora