Capítulo 21

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[SE RECOMIENDA USAR AURICULARES - AUDIO 8D]

III/V  


Jongdae besó el cuello de su hermano y se movió hacia su cuerpo, rozando con sus labios cada contorno, disfrutando de cada centímetro. Había explorado el cuerpo de Minseok antes pero esa ocasión era diferente. Muy diferente.

-Minseok, oh -susurró entre dientes mientras lamía la curva de la cadera de su hermano-, luces tan bien.

-No puedes verme -replicó sin fuerza el menor.

-Sí puedo -replicó Jongdae, deslizando sus dedos por debajo del pijama de Minseok-. No puedo esperar para meterme dentro de ti.

-Dae -fue todo lo que Minseok pudo decir mientras su mellizo le resbalaba el pantalón hacia sus muslos y luego se lo sacaba.

El frío del aire rodeó a Minseok, quien tembló un poco, halando de su hermano y enterrando su rostro en su cuello. Llegarían ahí pronto, el pensamiento le hizo doler. Jongdae lamió su muslo y chupó, haciendo que gimiera de manera no muy callada. El mayor levantó la mirada y le silenció.

Minseok encogió los hombros, desesperanzado.

-Si me haces eso, no puedo prometer que permaneceré en silencio -sentenció-. Tú... oh, Dae. -Jongdae asintió y su nariz rozó el pene de Minseok. Quería embestirlo de la vieja forma.

Se sentó y se sacó la camiseta, cubriendo el cuerpo de Minseok con el suyo. Se inclinó hacia delante. Con facilidad podía quitarse el pijama y correrse encima del estómago de su mellizo, sobre sus muslos. Una parte de él estaba muy excitado por la idea.

De un momento a otro Minseok ya estaba jalando de su pantalón, sus manos estaban resbalosas por la loción y corriendo por su miembro, y quiso más que nada estar dentro de su hermano.

Jongdae terminó de sacar el pantalón y embistió en el esfínter de Minseok.

-Mierda -jadeó e inmediatamente mordió su labio-, tenemos que mantenernos... oh mierda, Minseok... tenemos que estar en silencio.

-No le podemos decir a mamá -dijo Minseok, acariciando a Jongdae con fuerza-. No le podemos a decir a mamá que me la vas a meter.

-Duh -gruñó Jongdae. Movió su cabeza y apartó las manos de Minseok-. Dame la loción. –Minseok rápidamente se la pasó y él puso una generosa cantidad en su palma, sintiendo que tan húmeda y pegajoso estaba-. Voy a ser cuidadoso, pero dios, Minseok... solo quiero meterlo.

-No puedes.

Los dedos de Jongdae se tocaron en su entrada, presionando. No fue muy profundo pero de todos modos jadeó, arqueando su espalda.

-¿Te gustan mis dedos ahí dentro?

-Sí... -dijo apenas-. Es como... ya sabes, es mi trasero, Jongdae. -Minseok se ruborizó y cubrió su cara-. Más profundamente, ahí duele.

-¿Dónde? -Jongdae empujó sus dedos hacia delante-. Dime, ¿dónde está tu pequeño punto?

-Ahí -chilló Minseok débilmente-, encuéntralo.

-Shh -dijo Jongdae, acariciando el hombro de Minseok-. Quédate quieto.

-No puedo. -El cuerpo de Minseok se retorció, sus piernas vibraron-. Dios... no puedo. Tú no puedes, oh dios mío. ¿Estás metiendo otro dedo?

-¿Se siente bien? -preguntó con suavidad.

-No sé -contestó-, no sé. Ahora mismo solo se siente como dedos en mi trasero. -Jongdae rió.

D.T.M || CHENMINDonde viven las historias. Descúbrelo ahora