D.T.M || CHENMIN

Capítulo 28

II/III

Jongdae lo observó irse, mirando fija y silenciosamente la retirada de su hermano, antes de, súbitamente correr escaleras arriba, siguiéndolo.

Minseok gritó sorprendido cuando su mellizo le pellizcó el trasero, y gruñó, saltando hasta el último escalón.

-¡No, Dae! - Le miró burlonamente, y corrió lejos de su hermano. Éste rió y persiguió a su mellizo hasta su habitación, lo tomó por la cintura y lo derribó.

-Minseok ríndete, ríndete - susurró en su oído derecho. Minseok se retorció y salió con dificultad del asimiento.

-¡Nunca! -gimoteó, y arrastró a Jongdae-. Te atrapé -dijo. El mayor sonrió.

-Eso es lo que tú piensas -le dijo casualmente. Relajó su cuerpo y dejó a su hermano sujetarlo, meneándose sobre sus piernas. Jongdae cerró sus ojos y suspiró-. O tal vez estoy cansado.

-Jongdae, no lo estás.

-Ha sido un día muy largo... -Minseok apartó la vista de su hermano, pellizcando sus hombros y codos, y Jongdae esbozó una sonrisa.

-Dae -lloriqueó su mellizo.

-Mm... -Minseok plantó un beso sobre los labios de Jongdae haciendo que abriera los ojos.

-La casa es nuestra -le susurró Minseok.

-Mamá lucía tan molesta por dejarnos solos, no me sorprendería si al final envía una jodida niñera al final.

-Young Soo no le dejará.

Jongdae tiró a su hermano cerca de él y lo apretujó, besando su cuello.

-Tal vez la abuela.

-¿Tal vez la abuela qué? -pregunto Minseok haciendo un puchero.

- Tal vez mamá la enviará a ella.

-Ella no enviará a nadie -dijo Minseok, empujando la nariz de Jongdae con su largo dedo-. Estamos solos, todo el fin de semana y podemos hacer cualquier cosa que queramos.

- Mmm -tarareó-. ¿Sabes lo que quiero? -Minseok le sonrió abiertamente, moviendo su cadera contra Jongdae.

-Creo que sí...

-Quiero...- los ojos de Jongdae se cerraron lentamente-. Una siesta.

-¡Dae!

Jongdae fingió roncar y Minseok le tapó la nariz apretándosela y mirándole escupir un poco. Jongdae se sacó a su hermano de encima, ambos riéndose.

-Si estuviésemos solos -dijo Jongdae, cerniéndose sobre Minseok-. Me gustaría jugar un poco.

-¿Jugar? -Jongdae sonrió

-Sí, quiero jugar contigo antes de... tú sabes.

El estómago de Minseok se estremeció. Nunca habían sido capaces de jugar, realmente jugar, antes. Siempre habían tenido que ser tan cuidadosos, constantemente tenían que estar vigilando por si alguien pudiera atraparlos. Su madre siempre estaba en casa.

Minseok dejó salir un fuerte gemido, porque podía, y pateó la puerta abierta

-Ni siquiera tenemos que tener cuidado.

-Lo sé -le dijo Jongdae, meciéndose suavemente encima de él-. Podríamos hacerlo en cada jodida habitación, si quisiéramos.

-¿Incluso en la de mamá? -preguntó Minseok. Sus ojos se ensancharon.