→Eʟ Cʜɪᴄᴏ Pᴏᴘᴜʟᴀʀ

14

Natsu seguí abrazandome y no me podía negar, tenerlo tan cerca mio hacia que mi corazón latiera y no quería despegarme de el de ninguna manera.

—Pero miren que tenemos aquí —escuche un grito que provenía de la parte de atrás — Si no es nada más y nada menos que el famosísimo Natsu Dragneel.

Escuche como Dragneel soltaba un gruñido y me soltaba para voltearse, hice lo mismo.

— Se puede sabe que estas haciendo aquí —dijo, Natsu con rabia en sus palabras.

Era un chico que era más alto que Natsu, tenia el cabello dorado. A primera vista el era muy atractivo para ver.

Pero obviamente no tanto como Natsu.

—Qué ¿Es así como saludas a tu hermano después de tantos años?—

— Tu dejasteis de ser mi hermano después de lo que hicisteis, ahora responderme ¿Qué haces aquí?

—Nuestro Padre me registro a esta institución, creeme yo tampoco queria verte pero son ordenes del viejo— alzo los hombros como su no le importarle para luego mirarme — Y quien es esa hermosura que esta atrás tuyo ¿Eh?

Natsu puso una mano atrás suyo como si tratara de protegerme.

Me sentí incomoda, ¿Qué tuvo que pasar Natsu para no querer ni a su propio hermano?

—Te lo advierto escurridiza rata, si le llegas a tocar no te dejare con vida.

Se volteo a verme y me agarro de la muñeca para salir de hay.

Suponia que no queria hablar de ello, así que me quede callada en todo el recorrido.

Sin darme cuenta, vi como nos dirijamos a la oficina del director, osea a la oficina del padre de Natsu.

—Quedate aquí — me soltó la muñeca y entro a la oficina.

Me senté en el piso y cogí mis piernas llevandolas a mi pecho y abrazarlas.

Pude escuchar como hablaban en la oficina, por el tono que tenia Natsu, suponía que estaba demasiado enojado por lo que paso en la entrada con su hermano.

Oculte mi rostro en mis piernas y las lágrimas no tardaron en hacerse presente.

Escuche un golpe en la pared y me asuste, escuche como la puerta era abierta.

Escuche como soltaba un suspiro y dirigía su mirada hacia donde yo estaba.

—Luce...— dijo, con un tono de dulzura para luego agacharse a donde yo estaba.

—Porque...estas llorando — su tono de preocupación hizo que mi corazón latiera más rapido.

Negué con la cabeza y me puse de pie oara salir corriendo de hay.

Me sentía miserable por mostrar esta debilidad hacia el.

Escuche como gritaba mi nombre peto no le preste atención, hasta que siente que me agarra del brazo y me mete a una sala.

—Luce ¿Qué pasa?— alzó mi cabeza y me miro.

—Natsu...— y en ese momento rompí en lágrimas, sentí sus brazos alrededor de mi cintura y me abrazo.

En todo este tiempo no me había dado cuenta que un simple abrazo curaba todo.

Tuve que esformarme desde muy pequeña, pero nadie noto como me sentía realmente, hasta ahora.

—Natsu, tengo algo muy importante que contarte...

Regreseeeee

Los extrañe, y no saben cuanto. Perdón por la demora pero es que no sabia como continuar esta gran historia hasta ahora.

Gracias por su apoyo y su paciencia.

Si hay alguna falta ortográfica, me avisan.

Nos vemos 😘😘