Aviso: primera historia en donde la protagonista es uno misma y puede que agregue de mi cosechas... eso sera una sorpresa
Eres una Dra. que llega a Japón con un pasado fuera del país y bastante oculto. Llegas a un día común en el hospital de los Oot...
este sera un capitulo mas largo de lo usual compensando un poco la ausencia de mis actualizaciones, ya que han sido muchas cosas entre ellas el trabajo...
La pelinegra se despertó temprano encontrándose en un lugar desconocido para ella, al principio sintió miedo luego recordó lo que había sucedido era su primera noche en lo que sería su nuevo hogar. Con los nuevos ánimos la chica sonrió y se dispuso a comenzar su día tomando un baño luego eligiendo el conjunto del día ya que no estaría trabajando en el hospital podía sentirse más libre de la vestimenta y comenzó a buscar en el guardarropa encontrando lo que ella creía correcto para ese dia.
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Mirando el conjunto en el espejo que se encontraba en el baño sintiéndose conforme con lo que veía tomo las cosas escenciales para salir rumbo a la cocina ya que debía desayunar para luego ir directo a la enfermería.
Al llegar a la cocina noto que no había ni un alma, quizás era demasiado temprano, confirmo la hora en su celular en el cual vio eran las 6:00 am. realmente era demasiado temprano para estar alguien despierto, suspiro pesadamente mientras pensaba en lo que había pasado en la fiesta de bienvenida. <<ese sujeto que tiene en contra de mi, es lo único que pensaba cuando el bicolor arruinó la diversión>>
Comenzó por hacer el café para luego empezar a buscar donde se encontraba los utensilios de cocina ya que realmente quería causar una buena impresión en los que serían sus compañeros de vivienda, cuando al fin logró hallar todo lo necesario comenzó a cocinar el desayuno, no tenía claridad de qué cosas comían y que no asi que debió pensar en varios menús para hacer la mayor parte de la variedad.
7:00 pm.
La chica se sacaba de su rostro la harina que había quedado en una de sus mejillas estaba satisfecha solo quedaba empezar a poner la mesa con los platillos, lo cual no le tomó tanto tiempo como creyó vio la hora y se sintió aliviada ya que esperaba darles una excelente sorpresa, muchas cosas no siempre le resultaban como ella deseaba pero lo que era la cocina era su fuerte de algo le sirvió haber estado tanto tiempo en el extranjero, se sacó el mandil de cocina al regresar se encontró con una cabellera roja quien babeaba al ver el buffet.
-Kirishima-kun?- hablo la chica mientras observaba al chico divertida, tenía la seguridad que era el ya que no conocía a muchas personas con ese tono de voz la diferencia era que su cabello no estaba peinado como siempre solamente caía de manera desordenado por el hecho de venir despertandose, él realmente había salido en pijama.
-oh! _____, fuiste tu quien cocinó este manjar de los dioses??- hablo emocionado mientras veía cada platillo y luego la miraba de vuelta.
-si, fui yo, pense que seria una buena de agradecerles por la bienvenida de ayer- habló algo avergonzada, no entendía por que con el pelirrojo se sentía cómoda y se olvidaba de mantener cierta imagen.
