fiif

28.5K 3.2K 861
                                    

Juyeon nos había dejado en la casa del abuelo de Taehyung, donde nos quedaríamos los siguientes tres días. Él tuvo que irse porque debía recoger el equipo de sonido que se necesitaba. Mi mejor amigo había salido a recibirnos junto con Hoseok, otro de mis grandes amigos y a quien envidiaba porque él si decidió tomar el camino del baile.

— Les presento a Jungkook, —tomé su mano y lo jale para tenerlo a un lado mío— mi novio.

Sonreí para tratar de amortiguar la noticia pero las mandíbulas de mis mejores amigos habían caído al suelo, metafóricamente hablando. Jungkook hizo una pequeña reverencia y mis amigos salieron de su trance gracias a eso.

— ¿Qué clase de mejor amigo eres? —preguntó Taehyung algo ofendido. Reí y rasqué mi nuca— ¿Hasta cuando planeabas ocultarlo?

— Lo lamento —les sonreí algo nervioso—, no quería decírselos por teléfono.

— ¿Y de que catálogo lo sacaste? —preguntó Taehyung regalándome una mirada pícara. Abrazó el brazo de mi ahora novio.

Jungkook algo apenado río bajando su cabeza. Taehyung decidió dejar el tema de lado y mejor invitarnos a pasar a la enorme casa en el campo de su abuelo, aunque en carácter Tae siguiese siendo un niño tenía un gran trabajo, y gracias a eso, pudo arreglar la casa vieja de su abuelo y convertirla en una gran mansión. Perfecto para vacacionar y para... una fiesta.

— Aqui hay otro baño para las habitaciones de este lado, pero no es necesario porque construí un baño dentro las habitaciones —Tae hacía muchos ademanes mientras nos daba un recorrido por toda la casa—. Y por último, su habitación.

Noté la mirada de Jungkook sobre mi pero rápido la evadí. Me adentré a ella siguiendo a Tae. Jungkook inmediato colocó nuestras maletas en la cama con ayuda de Hoseok, y aunque llevase unas horas de haberlo conocido podía ver que su semblante no era para nada bueno. Se encontraba serio y con su ceño levemente fruncido.

— Nosotros debemos irnos pero cuando tengan tiempo deberían ir a ver el patio que quedó demasiado bien, compramos...

— Ya nos vamos —Hoseok había arrastrado a Tae fuera de la habitación mientras esté seguía hablando emocionado sobre los arreglos para la fiesta. Reí después de que cerraran la puerta.

Mordí mi labio antes de girarme y mirar a Jungkook. Sabía que no estaría para nada contento por enterarse que compartiríamos habitación, tal vez si yo hubiese sido mujer no le afectaría tanto dormir conmigo, pero aparte de que yo había dejado en claro que le pagaría una habitación para él también contaba con que no era mujer.

— Me he llevado una gran sorpresa y has roto dos de las cláusulas de la empresa —se cruzó de brazos. Dejé salir un suspiro dejando caer mis hombros—. Primero, prometiste una habitación para mí solo y que nos quedaríamos en un hotel. Segundo, el novio falso, ósea yo, no puede compartir cama con la persona que lo contrató al menos que este le haya pagado. Y tercero, aún sigo sorprendido de que seas hombre y me encuentro nervioso porque no sé cómo debería actuar.

— Escucha —mascullé. Me acerqué a él para tomar de su brazo y hacer que se sentara en la cama—, solo te necesito por tres días. Por favor, solo debes fingir, y por lo de la cama no te preocupes yo no dormiré contigo; puedo dormir en el suelo. Si quieres puedo pagarte más en recompensa a lo de tu habitación.

Jungkook suspiró.

— Está bien, Jimin, —asintió— no te preocupes. Pero sigo insistiendo en que no leíste o te asesoraste de la página en la que me contrataste.

— ¿A qué te refieres? —pregunté. Jungkook había estado insistiendo en aquel tema pero nunca había terminado de aclarármelo.

Chasqueó la lengua. Se levantó para ir a donde su maleta se encontraba, de esta sacó una venda. Abrí un poco mis ojos sorprendido al creer saber de lo que haría con ella. Efectivamente, mis sospechas eran ciertas. Me negué cuando acercó la venda a mis ojos.

— Tú quieres saber a lo que me refiero cuando hablo sobre la página. Necesito que te dejes poner la venda.

Relamí mis labios. Asentí dudoso. Él sonrió de lado dejando ver aquella sonrisa socarrona que en algún tiempo podría llegar a hartarme.

De un momento a otro mi vista se hallaba obstruida por la venda, pero podía sentir su cercanía. Después ya no la sentí pero escuchaba, lo que yo suponía, que bajaba las maletas de la cama. Me obligó a recostarme sobre ella. Podía escuchar los rápidos latidos de mi corazón con facilidad, y mis manos empezaban a sudar. La cama se hundió a mis lados traté de buscar algo en la cama con mis manos pero estas fueron detenidas por las de él y las dejó quietas a mis costados. Me sobresalté al sentir sus manos frías sobre mi cintura, escuché como soltó una risilla pero antes de poder golpearlo su, lo que creía que era, nariz rozó mi cuello. Una de sus manos empezó a acaricia mi cintura y la otra sostenía mi cuello, su nariz aún seguía rozando mi cuello.

El toque de sus manos sobre mi cuerpo estaba volviéndome loco. Sus manos eran una maravilla, eran cálidas y varoniles, pero estas daban suaves caricias. No pude reprimir soltar un suspiro cuando empezó a rozar su nariz por todo mi cuello y rostro, mientras sus dedos seguían acariciando mi cintura y cuello.

— Amarte es el paso más importante para poder amar a otra persona. Primero debes aceptarte a ti.

Su voz ronca sobre mi piel, yendo y viniendo a mi oreja para decirlo, me estaba provocando muchas cosas que no sabría bien especificarlas. Tranquilidad y excitación, son las que más se acertaban. La voz ronca de Jungkook tenía ese efecto de tranquilidad pero también podía provocarme un orgasmo con solo pronunciar mi nombre.

— Eres suficiente, Jiminie. ¿Crees necesitar de un tipo como él?

Mi corazón se aceleró más al sentir su aliento chocar contra mi boca y su nariz rozar con la mía. La cercanía de nuestros labios era poca. Mis labios se hallaban entreabiertos, y tal vez, tratando de buscar una cercanía con la boca de Jungkook. Solo me estaba provocando, y no era paciente con eso. Necesitaba que estampara sus labios con los míos para deshacerme de aquel pensamiento o sentimiento que empezaba a surgir. Que acabara de una vez por todas.

— Piensa. ¿En verdad él te merece?¿No piensas que mereces a alguien mejor? Tú eres mucho para él. Pero tranquilo, se va arrepentir de haberte dejado ir.

Sus labios empezaron a rozar los míos, pero yo aún no tomaba el valor de juntar sus labios con los míos. Y cuando quise hacerlo él se hizo para atrás pero no supe si fue porque la puerta de la habitación se abrió o porque me había rechazado.

— ¡Niños!

Me había quitado la venda de los ojos para ver de quién se trataba. Jin se encontraba en la puerta con cara horrorizado, y tal vez, asqueado. Corrí a abrazarlo pero no presté atención a nada de lo que decía porque mi mente estaba en otro lado.

¿De qué se trataba todo esto?¿Dejarme con las ganas?¿Acaso se aprovechaba de mi por no haber tenido contacto o alguna relación durante largos meses?

Empecé a desear a Jeon Jungkook desde ese momento. Solo quería juntar mis labios con los de él para acabar con mi tentación y agonía de querer sentir sus labios sobre los míos. Y quizá, solo quizá, sus manos sobre mi piel.

__________________

Solo para aclarar que está fic no contiene nada de smut, lemon, +18, etc como lo conozcan. Habla con un lenguaje explícito, sí. Pero no pasara nada más de caricias y deseos.

Gracias por leer. Les quiero.

fakeDonde viven las historias. Descúbrelo ahora