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— ¿Por qué te estaría utilizando? —pregunté viéndolo directamente a los ojos. Tragó saliva.

— Puede que lo este mal interpretando y lo seguiré haciendo si no me cuentas lo qué pasó entre Juyeon y tú.

— No hay nada que contar —solté virando los ojos. Estaba por ponerme de pie pero sus manos en mis muñecas me detuvieron.

— ¿Querías regresar con la persona que te engañó? —preguntó. Fruncí el ceño. Estaba dispuesto a levantarme e irme de allí, pero esta vez me agarró con más fuerza pero sin causarme daño— Jimin.

— ¡No lo sabía! —grité zafándome de su agarre. Me estaba molestando que estuviera tomando aquella libertad de preguntarme cosas sobre mi vida amorosa cuando aún no había la confianza suficiente. Aún así, le contesté—: En algún vago recuerdo, en mis días de fiesta, entré a una habitación y me encontré a una pareja en pleno acto —Jungkook sonrío mirando al suelo. Sabía que de cierta forma le había parecido tierno la forma en la que sustituí la palabra "sexo"—, solo pude ver la parte de atrás del chico pero no estaba muy consciente y no sabía que Juyeon se había hecho tatuajes nuevos después de haber terminado conmigo. Hasta que hoy al verlo, esa camiseta y tatuajes en sus brazos me hicieron darme cuenta que él había sido el de aquella noche. Con una chica. Ni siquiera al mes de haber terminado.

— ¿Y por eso me besaste?

— ¡No! —grité de inmediato tratando de hacerle creer que no lo había utilizado aunque fuese en cierta parte lo contrario, porque también estaba siendo una excusa para besarlo y mantener una cercanía con él sin que pensara que me gustara o algo. Creía que si el llegara a pensar eso, tal vez se sentiría incómodo y se iría, por eso me "desmentí"—: Bueno sí, tal vez un poquito.

— Bien dicen que los borrachos y los niños siempre dicen la verdad —rió.

— Creo que he contado suficiente sobre mi. Ahora te toca a ti.

— No puedo, Jimin. —formó una línea recta con sus labios. Bufé cruzándome de brazos, a lo que él rió. Se había también tomado la confianza de tomarme nuevamente por mi cintura a acomodarme mejor encima de sus piernas.— Pero pregúntame y yo te digo si puedo contestarte eso.

— ¿Cuántos años tienes?

— 24 años.

— ¿Qué? —grité.— ¿Eres menor que yo? Tengo 26 años. Te ves mayor.

— Algunas cosas no son lo que aparentan ser.

Jungkook aprovechaba cualquier oportunidad para dibujar esa sonrisa fanfarrona que lo caracterizaba así como la sonrisa de conejo, que si no fuese tan guapo quizá ya lo habría mandando muy lejos y ya no seríamos novios falsos. A un lado su personalidad y carácter competitivo y tal vez posesivo, me estaba sintiendo atraído por él desde aquel momento que posó sus manos sobre mi en la cama. No habían sido más que caricias pero bastó para ponerme los pelos de punta y sentir un cosquilleo en mi estómago. La cercanía de nuestros rostros me gustaba, y sus dedos que inconsistentemente acariciaban la piel de mi cintura bajo la camiseta me causaban cosquillas.

— ¿Acaso me tratas de decir que tú no eres lo que aparentas ser? —enarqué una ceja.

— ¿Cómo no sé si detrás de tu bello rostro angelical se esconde un asesino serial? —me retó recargándose en la pared tras de él— No sabía lo bueno que eras con las manos ni lo bien que se mueven tus labios sobre...