-¿Que... te odiaba?-
Preguntó Bakura confundido
-Sí, dijeron que nada había cambiado entre nosotros y que seguíamos odiándonos como al principio-
-Yo nunca te he odiado-
-Pero me lo dijiste, hace unos días-
-Sí, lo recuerdo, pero no era cierto, sólo estaba molesto por lo que me hacías sentir-
-¿Lo que te...?-
-¿Tú me odias, Marik?-
-¿Eh? No!... No te odio-
-Entonces ¿Por qué creíste lo que dijeron?-
Marik se quedó pensativo un momento
-No lo sé, nunca puedo saber que es lo que estás pensando. A veces amenazas con matarme, pero otras, como ahora, eres tan amable que... ¡no sé en que pensar!-
-Yo quería matarte, lo admito, pero cuando te conocí mejor...-
-¿Qué...?-
Entonces Bakura lo besó, no quiso responder a su pregunta. No quería decirle lo que sentía, pero esperaba que ese beso pudiera explicarlo.
Se dejaron llevar por el momento, olvidando la situación de Marik momentáneamente. Continuaron besándose y Bakura, instintivamente, bajó hasta su cuello, pero se detuvo justo a tiempo
-No-
-¿P-por qué?-
Preguntó el moreno, aún sin recuperar el aliento por completo
-No puedo hacerte esto, si lo hago...-
-Pero ¿tú estarás bien? Creí que necesitabas sang...-
-La necesito, pero no puedo tomarla de ti-
-Entonces ¿De quién?-
-No lo sé, de alguien. Antes de conocerte sólo salía y la obtenía de cualquier humano que encontrara-
-¿Los... asesinabas?-
-Sí, soy un vampiro, es lo que hago-
-Por eso todos tenían miedo de ti y de lo que pudiera ocurrirme.
-Así es, soy el temible conde Bakura. Se supone que soy un asesino frío y sin corazón... Aunque contigo no puedo ser así-
-¿Por qué no? ¿Por qué yo soy diferente?-
-No dejarás de preguntar hasta que te lo diga claramente, verdad? Creí que las acciones eran suficiente. Tú eres especial para mí-
-Bakura...-
Marik se sentía feliz, pero podía verse en sus ojos que aún estaba muy débil.
Bakura lo notó, así que se sentó a su lado y lo abrazó
-Espero que te recuperes pronto-
Le susurró al oído
-Gracias-
-Descansa-
Dijo Bakura, levantándose y dirigiéndose a la puerta
-Voy a traerte algo, regreso en un momento-
-Sí, te lo agradezco mucho-
Bakura le sonrió y salió de la habitación.
Y como ocurría cada que Bakura se iba, aparecieron las 3 mujeres
-¿No te avergüenza ser una carga para el conde, humano?-
-¿Una carg...?-
Marik hizo una pausa y tras reflexionar un poco, les dijo:
-No, ya no creeré en lo que digan. No dudaré más de Bakura-
(Narración por Marik)
Ellas me miraron fijamente. Todo estaba envuelto en un silencio lúgubre. Empecé a tener miedo, mientras me preguntaba la razón una ráfaga de viento entró en la alcoba a travéz de la ventana entreabierta; un escalofrío recorrió mi cuerpo y entonces lo comprendí todo: sus ojos brillantes y duros me miraban tratando de insinuar algo, sus labios voluptuosos me sonrieron maliciosamente, mostrando sus blancos dientes. El terror en mis ojos las hizo reír, con esa risa horrenda que me hacía temblar. Entonces se me acercaron más y me mostraron las afiladas uñas de sus manos; acercándolas peligrosamente a mí. Por un momento mi corazón no latió y el miedo me paralizaba. Mientras tanto, una de ellas se dirigió a mí en una especie de susurro mordaz y agudo
-Silencio, si haces ruido el conde vendrá e interferirá con nuestros planes-
-¿Sus... planes?-
Me pusó una mano en el hombro y descubrió mi garganta con la otra, diciendo:
-Será mejor no moverte o podría... ser fatal-
Estaba desconcertado, pero mi cuerpo no reaccionaba, no podía impedírselo. Ella pasó un dedo sobre mi cuello y con sus uñas abrió una vena en mi garganta, cuando comenzó a brotar la sangre se apartaron y desaparecieron tan rápido como habían llegado.
En ese momento entró Bakura a la habitación, traía algo en las manos, pero estaba mareado y no podía ver que era
-Marik, creí que...-
Se detuvo al ver mi cuello sangrante, sus ojos brillaron con un fulgor diabólico. Dejó caer lo que sostenía y se abalanzó sobre mí; pasó su tibia lengua húmeda por mi herida, repetidas veces, hasta que dejó de fluir la sangre.
El efecto de su saliva en mi piel era estimulante, pero la sensación que me provocaba su cercanía no era placer... estaba aterrado
-¿B-Baku...?-
De pronto sentí sus colmillos hundiéndose en mi cuello. Era todo, si esas mujeres me querían muerto lo habían conseguido. Bakura bebía desesperadamente, era probable que no se hubiera alimentado desde aquella vez.
Sentía que las fuerzas me dejaban, en mi condición actual no resistiría mucho, lo sabía. Mi momento había llegado y no podía hacer nada por evitarlo. La muerte que había estado esperando desde el día que llegué a este infernal lugar me había atrapado.
Pero al menos... me alegró que fuera él quien se llevara mi tiempo restante. Lo amaba, y me sentía feliz de morir en sus brazos.
(Tengo un pequeño aviso: Antes que nada, perdón por la demora y... El próximo capítulo será el último ¡así que espero les guste! Nos vemos en el final!!)
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El Conde Bakura
FanfictionMarik Ishtar, un joven abogado, se ve obligado a viajar al castillo del conde Bakura, en los Cárpatos de Transilvania. Tras permanecer varios días como huésped del conde, descubre que no se trata de una persona común, sino de un ser despiadado y rui...