Necesitan ayuda

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Esto era muy malo, 5 niños más han desaparecido, no había dudas ya, los nuevos los tenían en algún lugar del orfanato, deberían ser cuidadosos, para que no los atraparan.

Todos los maestros estaban en el patio viendo cómo los niños ya no jugaban en los juegos o por el lugar y solo permanecían juntos con miedo de ser los siguientes. No había nadie de los nuevos por el lugar y así se les haría mas fácil hacer un plan y poderse ir del lugar.

― Debemos actuar ya, si no más niños pueden morir ―inicio Jesse viendo a los demás adultos.

― Es verdad, pero ¿dónde buscar? el orfanato tiene muchos lugares donde los podrían haber escondidos―contestó Bruno, era cierto primero debían tener una pista para no perder mucho el tiempo.

― Tendremos que buscarlos, no tenemos mucha información sobre el paradero de los niños ―dijo Alexis, esto será más tardado de lo que creían.

― ¿Pero a qué hora? Tenemos que tenerlo todo planeado para salvar a los niños―Ruri tenía la esperanza que los niños estuvieran vivos pero lástima que el destino no estaba a su favor.

― Creo que van a sus dormitorios entre 3 y 3.30 am, y lo digo porque casi siempre escucho como entran a sus cuartos―Comentó Bruno recordando como varias veces se ha levantado por los golpes de los cuartos.

― Esta decidido, nos vemos esta noche en el salón B12―Jesse miró hacia los demás maestros con determinación, mientras ellos sentían.

La misión era muy arriesgada que les podía costar la muerte, pero era algo que querían hacer, los niños tenían una larga vida por delante y no merecían perderla así.

. . . . .

Decidieron platicar con los niños para mantenerlos relajados y decirles sobre lo que querían hacer, no les dieron todos los detalles para no hacer preocupar a esos niños, ya era suficiente el miedo a poder morir como para darles más.

Mientras todos estaban juntos un pequeño niño de pelo tomate estaba un poco alejado de todos rodeado de algunas flores que estaban por ese lugar, sus ojos eran tapados por unos lentes de color dorado con una estrella, mientras solo veía una pulsera, sus sollozos eran en silencio, su corazón roto y vació.

Tomó su muñeca y la puso en su pecho, le dolía el Corazón, era lo único que tenía de Yuto, siempre estaba con él, siempre lo protegió hasta de lo más pequeño y ahora se sentía incompleto, le faltaba la voz y cariño de Yuto, se culpaba por no hacer podido hacer algo.

― Yuya...―pudo escuchar una voz, pero no levanto su vista se sentía muy inútil, ese sentimiento de culpa era muy fuerte y más para un niño de tan solo 6 años que no se lo merecía.

― Por favor... déjame solo Yuma―dijo yuya al sentir como su amigo se sentaba a un lado de él.

Yuma estaba preocupado por el pelirrojo/verde, su sonrisa que podía iluminar todo está apagada, desde que Yuto desapareció, Yuya se ha convertido en lo que nunca creyó ver, siempre mostrando unos ojos sin brillo y esa sonrisa que ahora solo era un recuerdo.

― Me preocupas yuya, sé que todo esto cambiará y todos estaremos juntos―Yuma nunca fue bueno para consolar, también extrañaba a Kaito demasiado, así que entendía al chico, extrañar a alguien con el que pasas mucho tiempo te afecta demasiado.

― ¿Crees... que sigan vivos? ¿Crees que haya una esperanza para nosotros?―pregunto yuya sin muchos ánimos, las esperanzas se agotan poco a poco.

Comienzo de la pesadillaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora