"Lo que sea por Tony"

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En esos momentos tenía demasiadas cosas en las qué pensar como para que ése idiota le viniera con más problemas.

En verdad, que aquél tipo lo estaba fastidiando.

No le bastaba con haberlo molestado en el elevador junto con los idiotas de sus refuerzos, en esa tonta y más que obvia emboscada. Creía que era suficiente con la paliza que les dio para dejarlos en vergüenza frente a los demás.

-"No es nada personal, Cap.- le había dicho antes de volverlo a atacar. Él había sido más rápido y tras varios golpes, lo derribó.

Pero de nuevo ahí estaba, buscándolo como si fuera un criminal, poniendo la vida de Nat en riesgo; sabía de sobra que ella haría lo que fuera por apoyarlo, pero eso no le quitaba el malestar que le producía el verla salir herida por culpa de ese idiota.

El malestar se acrecentó aún más haciendo que su sangre bullera dentro de sí, cuando supo lo que hizo.

El hijo de perra de Rumlow, había osado no sólo ponerle un dedo encima a Tony, quien había ido a las instalaciones de SHIELD para saber acerca de la situación; sino que en su afán por saber de su paradero, lo atacó junto con otros tres. Por supuesto que el castaño se defendió y logró darle de nuevo su merecido.

En cuanto Tony regresó a su casa y se sabía a salvo, le marcó notificándole que las cosas estaban peor de lo que ellos creían, pidiéndole a su vez que tanto él como los otros dos se cuidaran muy bien las espaldas, pero había sido algo en su tono de voz lo que le pareció extraño.

-Tony, ¿qué pasa?- le pregunto frunciendo el ceño, ante la atenta mirada de Nat y Sam.

-Nada, ¿por qué me habría de pasar algo?, si aquí el único fugitivo eres tú Cap.-bromeó tratando de evadir el tema.

-Tony...-esta vez la voz era más dura, exigiendo saber la verdad.

Armándose de valor, tomó un hondo suspiro, el cual le dio a entender a Steve que aquello no le iba a gustar.-Rumlow y otros tres tipos me atacaron cuando les dije que no tenía idea de dónde podrías estar. Obviamente no se lo creyeron.

Apretó fuertemente el teléfono, haciendo un puño con la otra mano y cerrando los ojos.

Tenía que calmarse, las aletas de su nariz se abrían ante las grandes y profundas respiraciones que daba. Tanto el rostro de Sam como Nat, mutaron de la seriedad al desconcierto por las actitudes del rubio.

-¿Te hizo daño?, en éste momento voy para allá.- era más un hecho, que otra cosa.

Sus amigos sentían el mismo enojo que él al escuchar que esos malnacidos habían atacado al millonario.

-¿Qué?, No, no Steve. Tú no puedes venir a ponerme un par de curitas; estoy bien, ¿por quién me tomas? ¡¿Ah?! Por los que te deberás de preocupar es por ellos.-el egocentrismo era palpable en la voz de Tony, y tan sólo eso bastó para que en su rostro se formase una sonrisa llena de orgullo.

-Ése es mi chico.- le susurró demostrándole cuan feliz estaba por ello. Los otros dos sólo se rieron en voz baja, al saber que Tony había ganado.

-Sí, sí, lo sé. En cuanto toda ésta locura termine, me lo recompensarás como es debido.- y esa advertencia le gustaba aún más.- Ahora dirígete a la dirección que te enviaré y toma todo lo necesario, y diles a tus dos guardaespaldas que si no realizan su trabajo como es debido se las verán conmigo.

Aquello ocasionó que soltara una carcajada.

-Ahora pon el teléfono en alta voz.

De inmediato hizo lo que le pidió Tony.- Ahora panda de rebeldes, vayan a darle su merecido a esas basuras, si los hieren de gravedad mi seguro no lo pagará.- los tres rieron ante la ocurrencia del empresario.

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