Tony sabía cómo manipular a su marido. Por supuesto que lo sabía.
Él siempre buscaba el provocarlo ya fuera con ropas entalladas que sabía le gustarían o haciéndolo enfadar. Lo cual era más probable que la primera. Además de que funcionaba mejor.
Sabía que tras una misión en la que las cosas no salían como se esperaba, él dejaba salir un poco de su lado malvado así que para gozo y burla del castaño, se recargaba en el marco de la puerta principal del complejo de los Vengadores y viéndolo descender del quinjet gritaba cosas como:
-Mmmnh, y yo que pensé que ya podía ser viudo y conseguirme otro marido.-decía con aire de fastidio y se iba a su taller.
Pero tenía claro que una vez que llegara la noche él estaría ahí para cargarlo como un costal de papas. Eso era al principio de cada mes; y por esos días Steve sólo fruncía el ceño y lo ignoraba.
Pero conforme pasaban los días la cosa iba empeorando.
-¿Todavía sigues vivo? Yo que pensé que de nuevo te habías congelado.
-¿No estás muy viejo para correr tanto?
-¡Tú dirección está mal Rogers! ¡No es la Torre Vengadores, sino el asilo de la vuelta!
-¡Quiero el divorcio!
Gritaba hacia afuera y se daba la vuelta ingresando al lugar de manera lenta y altivamente.
Eso terminaba por enfadar al rubio que con un rugido corría lo más rápido, lo tomaba en brazos y los encerraba en su habitación, hasta enseñarle que con él no se jugaba de esa manera.
Pero tanto a él como a Steve, le encantaba que hiciera eso. Le daba un toque a su relación.
Y no es que no le gustara el lado bueno, meloso y sumamente cursi de su esposo, pero cuando su celo empezaba a formarse y la lujuria tomaba su cuerpo era imposible el provocar a su alfa para que lo tomase de forma ruda.
Era masoquista, lo aceptaba. ¿Pero quién no lo sería teniendo como pareja a semejante espécimen?
Sólo deseaba que ésta vez, quedara embarazado; ya que había dejado de tomar los supresores para lograr su objetivo. Lo único que le hacía curiosidad en su cabeza era que sí su bebé tendría una doble personalidad como su padre al estar haciéndolo con toda su malvadad a flor de piel.
Pero sonrió y empujó la cadera de Steve con sus pies hacia él, para que llegara más profundo.
"Eso no importa, así lo querremos los dos"
Y soltó una risita, lo que ocasionó que las embestidas se hicieran más rítmicas y desenfrenadas.
---------------------------------------------------------Bueno ya sé que es muy cortito, pero me parce chusco. (Gracioso)
Espero les guste. Sí gustan dejar comentarios, con gusto los leeré.
Ciao
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Lo que sea por Tony
General FictionExiste una dualidad dentro de Steve Rogers. Ambas personalidades se complementan. Puede que a veces una le gane a la otra, pero saben que su equilibrio se restaura cuando están con él. Él es por quien sacrificarían su vida, los dos lo aman, aún cuan...