El único sonido que se percibía dentro del bunquer, en medio de aquél inhóspito lugar, rodeado de nieve y desolación, eran los de sus besos, así como los jadeos llenos de deseo.
La brillante, fría y espeluznante armadura plateada de Tony, fue retrocediendo, dejando ver la piel desnuda del moreno.
Éste, encima de su esposo, desabotonó la parte baja del traje oscuro, ambos, obnubilados por el intenso placer que sentían, solo jadearon y gimieron cuando el castaño descendió por la longitud del rubio.
Los dos, mostrando sus verdaderas caras, lo que desde un principio sabían que eran, se demostraban el más puro amor que se profesaban el uno por el otro.
No les importó estar rodeados de sangre y muerte, pues ése era el comienzo de todo.
Pronto, el mundo se enteraría de la verdad; conocerían de lo que eran capaces, y no les quedaría más remedio que obedecer.
Sin embargo, más verdades también saldrían a la luz, pues semanas después, Tony lo recibiría dando pequeños saltitos en su lugar, sosteniendo algo en sus manos.
-¿Qué te pasa amor?- le preguntó Steve, al ver las lágrimas en sus ojos, contrastando con su inmensa sonrisa. Podía percibir su emoción y exaltación, pero aún no identificaba si era por algo bueno o malo.
-Steve...
-¿Sí?
-¡Estoy embarazado!
-¿Qué?
Tony sonriendo al ver la confusión permear las facciones de su esposo, sonrió enternecido.
-Serás padre, bobito.
Tras eso, el rubio sonreiría pletórico. ¡Había cumplido con su mayor y más importante misión! ¡Le había dado un bebé a su castaño!
Pero más tarde, otra noticia lo dejaría confundido, no sabiendo qué hacer con aquella información.
-¡Debemos de decirles a todos!- exclamó feliz Tony, haciéndolo reír.- quiero que sea en una gran fiesta, y que todos nuestros amigos abran una caja y encuentren unos zapatitos. Los padrinos son importantes.
-Natasha, me parece bien. Sé y confió en ella para cuidar a nuestro hijo.
Tony asintió, sentándose en sus piernas, mientras él le rodeaba con sus brazos, la cintura, teniendo cuidado al posar sus manos, en su vientre.
-Rhodey también lo será.
Steve sonrió, pero al procesar lo dicho por su marido, las comisuras de sus labios bajaron lentamente.
-¿Cómo?- preguntó desconcertado.
-Que Rhodey será un buen tío y padrino para nuestro pequeño.- repitió Tony como si se lo explicara a un niño pequeño.
-¿No habías matado a Rhodes?
Tony, soltando una carcajada, negó.
-Por supuesto que no.
El rubio, parpadeando, no dijo nada.
Tony, notando su mutismo, volvió a reír, a la vez que lo tomaba de la cara con sus manos.
-No creíste que maté a mi mejor amigo ¿cierto?
-Te ví manchado de su sangre.- respondió el rubio.
-Cariño,- habló el otro con voz melosa.- ¿Por qué mataría a Rhodey, si podía convertirlo en algo mejor?
Ante la permanente confusión de su esposo, Tony lo tomó de la mano y lo condujo hasta su taller; ahí unido a una serie de cables, James Rhodes descansaba en una cama de hospital.
Tony sonreía maravillado, mientras era observado por Steve.
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¡UN AÑO!
😱🤦🏻♀️
No lo puedo creer. Me ausenté de está historia, un año. Qué horror.
Pero~ ya estoy de vuelta.
Ahora saben lo que Zemo creía (por qué ya está muerto) que separaría a estos dos.
¿Creen que sea así?
Porque, todo puede pasar🙆🏻♀️🙊
Ciao
Starkforever
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Lo que sea por Tony
General FictionExiste una dualidad dentro de Steve Rogers. Ambas personalidades se complementan. Puede que a veces una le gane a la otra, pero saben que su equilibrio se restaura cuando están con él. Él es por quien sacrificarían su vida, los dos lo aman, aún cuan...