¡Capitán!

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Estaba cansado. No, lo más adecuado era decir que estaba realmente agotado. ¿Qué maldita necesidad tenía él de estar así con el rubio? ¡Por favor!, Era el temido Soldado del Invierno. Y Steve Rogers era un grano en el culo.

La misma situación se venía dando desde hace más de un año. Los primeros meses habían sido, algo así como un experimento, uno daba un poco y otro tiraba, un estire y afloje que a los presentes les daba curiosidad y ¿por qué no? Hasta un tanto de risa.

Pero las cosas empeoraron cuando se comenzaron a perder vidas innecesarias de agentes, y simplemente por los celos del Capitán Rogers. Sabía que su amigo era posesivo, pero no hasta qué punto.

¿Cómo es que todo se dio? Ah, sí. Ya lo recordaba.

Justo un mes después de que Steve se fue a una misión que duró poco más de 4 meses, él llegó a las instalaciones secretas en Siberia. Tony Stark se "presentó" ante todos ellos, como el nuevo Líder oficial de Hydra. Y sí, lo decía con todo el sarcasmo del mundo; porque el encuentro había sido todo menos diplomático y sin violencia, ya que un agente luego de verlo descender de un Quinjet le apuntó con su arma y quiso detenerlo a fuerza de golpes. Bastó con un gesto aburrido y que el castaño rodara los ojos, para que desenfundara una pistola del bolsillo interior de su gabardina negra y le diera un disparo en el cuello, dónde el traje no cubría al hombre.

La sangre del agente pintó la nieve, lo que provocó que los demás hombres que habían salido de la base, bajaran sus armas, dejando de apuntarle a la cabeza y al cuerpo.

El castaño caminó altivo y sin mirar a nadie dentro del lugar, lo que sorprendió a todos, es que supiera por dónde ir, hasta llegar a la oficina principal. Una vez sentado en la silla de cuero detrás del escritorio de madera de caoba prosiguió con su discurso.

-¿Quién es el que está al mando?- preguntó sin dirigirse a nadie en específico.

-Èl Capitán Steve Rogers.- respondió el del brazo de metal, mirándolo directamente.

-¡Jum!, Así que el famoso Capitán América, es en realidad el presidente de la organización enemiga de Estados Unidos. Bien, ¿Quién es el segundo al mando?

-Yo, señor.- y ésta vez, el castaño sí que lo miró.

-Nombre.

-Sargento James Buchanan Barnes.- en su cabeza daba vueltas una y otra vez, la misma pregunta: ¿Qué demonios hacía ahí el más que reconocido Ironman?

-Mmmh-soltó un sonido gutural antes de ladear la cabeza de una manera que en otro momento y lugar diferentes, resultaría tierna.

-Bien esta es la situación. Mi padre Jude, fue la mano derecha de Hydra, y tras la muerte del jefe, él se quedó a cargo. Así que ahora es mi turno de dirigirlos.-sonrió recargando su mandíbula en sus manos cruzadas.

¿Acaso estaba seguro de que le creería eso, así de buenas a primeras?

Pasados apenas un par de días y varios cuerpos con un impacto de bala, supo que sí.
Tony Stark, por el motivo que fuera había llegado para quedarse. El castaño era sumamente serio cuando se encontraba en las instalaciones, no hablaba con nadie, no sonreía, sólo se dirigía a él cuando quería algo. Era ver el otro lado de la moneda, puesto que enfrente de las cámaras y en los eventos sociales a los que solía ir, era todo señor carisma y encanto.

Mientras él estaba a cargo de los soldados, Anthony se la pasaba días enteros en la sección de los archivos. Sí había uno que estuviera clasificado, bastaba una mirada de soslayo a su persona para que con un suspiro, autorizara la revisión y en menos de una hora el castaño tuviera los papeles en sus manos.

Así entre informes de la misión, el nuevo régimen y la vida famosa del excèntrico millonario como tapadera de la realidad, él estuvo bajo el mando de Stark, por 3 meses más. Hasta que su amigo regresó.

Suspiró aliviado al saber que Steve pediría respuestas ante las nuevas circunstancias. Pero ¡Oh! Qué equivocado estaba.

Steve bajó de un Jeep todo terreno 4x4, hecho todo un asco. Rápidamente lo puso al tanto de lo que había pasado. Y como ya sabía, el rubio entró en cólera; por poco y no lo mató al no haberle informado desde un principio. Sin embargo, cuando se dirigían a la oficina principal, en uno de los pasillos vieron al moreno.

Steve, pareció que tuvo un apagado y encendido automático, porque se quedó tieso como una estatua, contemplando a Stark. Y de un momento a otro, casi se le va encima.

-¡Capitán Hydra!- gritó cuando lo sujetó por el cuello del traje.

Anthony, se sorprendió de verlo tan cerca de él y apenas pudo ponerse un guante de su armadura para mantenerlo a raya.

La misma escena se repitió a diario. O bueno, en cada ocasión que Stark estaba en las instalaciones. Steve asentía ante todo lo dicho por el castaño, nunca ponía un pero o decía que no. Cosa que para Tony resultaba satisfactorio. Tenía al mismísimo Capitán Hydra comiendo de la palma de su mano.

Sólo esperaba que por algún milagro, todo volviera a la normalidad.
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¡Hola! Ya regresé. Bueno sólo por un corto plazo. Ésto es, por si no lo saben, me di más obligadamente que queriendo, un tiempo lejos de aquí por cuestiones de la escuela.
Por eso no he podido subir nada tan recurrentemente como antes.

También, como dice en la descripción, son historias que pueden o no estar conectadas. Y sin querer las primeras van de la mano.
Ésta, no. Al menos no con los primeros capítulos.
Espero les guste.
PD: ¿A quién le dio un mini infarto, al creer que era Stucky? 😂🙊😏
Ciao

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