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1807

Advertencias: pedofilia, violaciones, relaciones sexuales explícitas y sin consentimiento.

Disclaimer: Arthur Kirkland pertenece a Himaruya y Martín Hernandez pertenece a su respectivo autor en la comunidad de Latín Hetalia. Hago esto sin fines de lucro, sino solamente el de entretener a quien le guste.

Aclaración: esto está relacionado con la primera parte que escribí, llamada 1806. Sin embargo, pueden leerse por separado.

Palabras: 1055

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Martín reconoció esa mirada en el inglés. Si, la misma mirada que hacía un año que lo llevaba persiguiendo. Denotaba las ganas de venganza que poseía. Y si, también vislumbró rastros de quemaduras en el dorso de su mano. Por más que intentase ocultarlo, aquello marcaba la piel del pirata que ahora venía con la promesa de no perder; las cicatrices del agua hirviendo contra su piel perduraban tanto como lo hacían las heridas psicológicas del niño.

No había noche que el Virreinato del Río de la Plata no se sintiese profanado nuevamente. Las veces que lograba conciliar el sueño, la voz de Arthur hacía presencia estelar para despertarlo, jurando volver y que en esa oportunidad no lo dejaría escapar. Después, Martín no volvía a dormir. Solamente se quedaba envuelto en su lecho, maldiciendo por haber sido tan débil. ¿Por qué no lo había podido evitar? ¿Por qué no se defendió mejor?

Y ahora, todo volvía a comenzar. Lo único que no quería que sucediera, estaba volviendo a pasar. ¿Por qué? ¿Por qué Arthur volvía?

—You can’t escape now, Little Plata. You will be mine, forever. You are going to be my best colony, aren’t you? —Las palabras del inglés solo se vieron interrumpidas por su propio accionar, un nuevo empujón contra la pared. Martín pensó que, graciosamente, aquella había sido la manera en que todo comenzó el año anterior. Un golpe que lo dejó en la cama, y una humillante sucesión de hechos que no acababa de entender en su totalidad. Solo sabía que no los quería de nuevo, no más dolores como aquel.

—Please, Arth—Pero aquella oración solo le obsequió un golpe en el rostro. Plata entendió el mensaje, no debía llamar a Arthur por su nombre— I mean… Please, my Empire, the only Real Empire in the world… don’t hurt me… please, please.

Sus ojos se aguaron al instante. Sus palabras no salían sin tartamudeos. Simplemente, expresarse se tornaba imposible. Solo quería llorar entre los brazos de Papá Antonio y repetir lo malditos que eran los ingleses.

—Oh… but your opinion hasn’t influence, stupid bastard. You are only a kid, and you can’t protect yourself. Can’t you see it? You aren’t important. You are only a weak child who want to be independent. But you can’t be self-sufficient, because you are poor. Nobody cares about you. Antonio is in Spain, because he has problems more important than you. You are good-for-nothing, he is bored of you, useless junk. —La oleada de insultos provenientes de quien alguna vez considero su tío favorito, no solo lograron hacerlo estallar en lágrimas. También se quedarían grabadas en su corazón, para atormentarlo cuando menos lo necesite. ¿Es que acaso alguien se esperaba otra cosa? Martín era un niño, apenas estaba conociendo el mundo. Y aquello lo hacía deprimir, ¿y si era cierto? ¿Y si en realidad era un trasto inútil, que solo le daba problemas al mundo? ¿Por qué no podía desaparecer? ¿Por qué se llevaron a Tehuelche, a Comechingones, a todos los nativos menos a él? ¿Por qué no podía finalmente irse del mundo si tan inútil era? ¿Qué esperaban para llevárselo? —I´m doing a favour to you, Martin. You must express your gratitude to me for the attention that I put in you and your useless land. So… I have an idea to express thanks to me.

El inglés no esperó mucho más. Solo se llevó la mano a su entrepierna y la palpó. —You must open your Little mouth…

Y el niño obedeció. Porque ya no le quedaba nada por perder, estaba casi seguro de que Inglaterra tenía razón. Después de todo, solo era Arthur quien ponía atención en él. Al menos, debía tener la gentileza de ser un buen niño, de obedecer y consentir a su tío. Él se lo merecía, ¿o no?

Martín no se dio cuenta de cuando el pajarito de su tío salió de sus pantalones para acercarse hasta sus labios. —You can think that it’s a sweet. —Y sin más preámbulos, embistió contra la boca del infante.

A Martín aquello le pareció asqueroso. Cascadas de lágrimas caían de sus ojos, mientras se ahogaba por el tamaño del corsario. ¿Qué demonios era eso? ¿Acaso el tío Arthur no se había bañado y quería que lo limpie? No importaba como fuera, la palabra repulsivo quedaba corta.

Al menos, agradecía que fuera el mayor movía sus caderas de manera rítmica. Realmente, el sabor salado le traía un recuerdo, pero no lograba asimilar cual. Ese sabor, que no le gustaba en lo más mínimo, cada vez se hacía más intenso.

Alguien debía premiar al niño por no haber vomitado aún. Cada vez que la punta del inglés rozaba su campanilla, sus nauseas aumentaban, su malestar en general aumentaba. Aquello no le gustaba, quería vomitar, quería poder respirar bien. Quería volver a ser libre.

Para Arthur, en cambio, aquello era tan jodidamente excitante, que no cabía en sí mismo. La perspectiva de volver a quitarle la inocencia, quitarle las ganas de existir, ¡quitarle todo a su colonia! Sencillamente le parecía atrayente. No lo podía negar, sentía un placer mórbido en cada una de las embestidas contra la boca ajena. Sin motivo, quería ver a Martín llorando en el suelo como antes, reducido a cenizas… y que nunca jamás concibiera la idea de la independencia.

Cuando acabó, realmente le sorprendió ver que el niño había tragado por error una cantidad de su esperma. El resto, corrió a través del rostro del infante, sin control. Como si quisiera darle un color distinto a su piel.

—You can sleep, Plata. I will come back later for… the second round. —Fueron las palabras del inglés, al tiempo que guardaba su miembro de nuevo y se dirigió a la puerta de salida.

Al menos, ya sabía de donde vino la leche falsa del año pasado.
★★★★★★★★★★★★★★★★★★★★★★★★★★★★★★★
Por: GuillerminaUrs

Bueno, hoy les vengo con una propuesta, ¿que les parece un grupo de WhatsApp? Donde compartamos material de esta pareja y cosas así ya saben, lo típico. Las que quieran hablenme al privado y les paso el link.

Bye bye∆