Miradas Internacionales #WATTYS2019

El Inicio De Todo

Debido a que será una historia internacional en los idiomas japonés y español y que flojera escribir en japonés y luego traducirlo, así que mejor usaré esta letra cuando hablen en español y tal vez lo ponga entre (), y habrá algunas cosas que tenga que poner su nombre original en japonés.
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Mi nombre es Danae tengo 24 años y estudie Diseño Editorial, lo sé lo sé , la mayoría escoge Diseño gráfico pero pues amo dibujar y leer, así que creo que fue la mejor opción para mi.

Trabajo en la editorial Jon wa utsukushii, y tengo la oportunidad de trabajar en lo que más amo, dibujos y desde hace 1 año. uff siento que ha pasado más tiempo.

Vivo con mis dos mejores amigas (ambas mexicanas) Iris y Romi, en una casa tradicional que juntas rentamos, es algo grande pero de alguna forma la podemos pagar con nuestros 3 sueldos, aunque en lo personal mi sueldo se acaba en mi voraz apetito por lo dulce y mi obsesión por comprar cosas para crear mis dibujos adorados.

Pero bueno ya aquí estamos iniciando mal la semana, ¿porqué? Porque a alguien no quiero decir nombres, (yo) se quedo dormida y olvido que vive en Japón y la puntualidad es importante para los japoneses, y ahora debe correr desde mi casa a la estación más cercana 1/4 de kilómetro para poder alcanzar el metro que me dejará a una calle de la editorial, una rutina tan aprendida y ahora mismo el tiempo la hace odiosa, no me malinterpreten adoro correr grandes distancias, creo que por eso mi físico es muy bueno, pero es muy diferente correr medio dormida, en tacones, preocupada por tu perfecta puntualidad, por un jefe demasiado temperamental y todo esto sin haber desayunado siquiera.

Morire hoy
Por fin avisto la estación y me interno en ella rápidamente, sacó mi tarjeta para acceder y milagrosamente el metro apenas va llegando.

Demonios, creí que no lo lograría, este es un día importante para la humanidad jaja ok no.

Entró al metro y justo detrás de mi, cierra sus puertas y dejo escapar un pequeño suspiro de alivio, miro a mi alrededor y veo que los japoneses que SI se despertaron temprano para sus respectivas cosas me miran con extrañeza y poco disimulo, lo que me faltaba, ser extranjera en esta parte de Japón ya es extraño de ver, y luego lo primero que ven es a una joven corriendo tanto como sus piernas pueden hacerlo sin caerse en estos artefactos de tortura y vanidad llamados tacones, esto no les da una buena imagen de los extranjeros.

(Imaginenlos viéndolos fijamente)

Me resigno a acomodar mis papeles y bocetos que tengo que entregar hoy al mi hora de entrada que es a las 8:30 y por cierto ahora mismo son las 8:15, y trato de actuar con normalidad y restablecer un poco la compostura.

Viendo con un poco de tristeza que los asientos están llenos y que precisamente un pequeño descanso a estos pobres pies cansados les vendría de maravilla, pero no, me tengo que conformar con pasar mi brazo por el tubo para no pasar mayor vergüenza y no darles el gusto de que me vean caer a esos japonéses estirados que me siguen viendo como si nunca hubieran visto a una joven correr.

Demonios, ni siquiera me dio tiempo de maquillarme, aunque la verdad casi nunca me maquillo, tengo grandes ojos cafes con pestañas muy largas y rizadas, que no necesitan tanta atención, y en días como estos lo agradezco.

Lo que mi mamá siempre me ha dicho es que aunque una señorita no esté maquillada, pero si peinada, siempre se verá hermosa. Así que recordando eso paso mis manos por mi larguísimo cabello también rizado y de color chocolate para tratar de hacerme una trenza de lado, aunque la verdad suena más complicado pues tengo que hacer prácticamente malabares para sostener estos papeles importantes, no caerme y tratar de trenzar todo este cabello rebelde cuando quiere, y si, hoy es un día como ese.