Solo una mirada basto para que aquel joven japonés, se metiera en la cabeza de esta pobre mexicana: una mañana apresurada, en una estación del metro, un día cualquiera, en un momento aleatorio, dentro de un vagon cualquiera pero ellos no eran cualqu...
Mis ojos no daban crédito a lo que veian Estaban Iris, Romi y un joven japonés; los tres riendo como si se conocieran de toda la vida
-mmmmm ¿hola? - saludo dudosa
-o Dana que bueno que llegaste, estamos haciendo los Brownies - dice Romi llegando a mi encuentro con un delantal azul que decía kiss me por todas partes
-¿Todo bien con la portada? - pregunta Iris también con un delantal rosa de hello kitty
-Si todo bien - contestó mirando inquisidora a aquel hombre asiático en nuestra cocina
Y como si cayera en cuenta Romi, se dirige hacia el joven y lo jala de un brazo hasta llegar conmigo
-el es Yohei-kun--dice por fin poniendo una cara de total enamoramiento
No lo había podido ver bien si no fue hasta que Romi lo acerco, tiene un rostro joven pero a la vez adulto, con el cabello quebrado en la frente, es muy alto o bueno más que nosotras si tal vez de 1.75, en general tiene una apariencia bastante atractiva, aunque tenía puesto un delantal amarillo con unos pollitos saliendo del cascarón
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-Buenas noches, lamento llegar así sin avisar, Romi-chan me invito a comer Brownies y ya que amo el chocolate no pude resistirme, no me he presentado adecuadamente soy Muraoka Yohei - dice cortésmente haciendo una reverencia
-no es ninguna molestia, por favor ponte cómodo, yo soy Flores Danae mucho gusto Muraoka-san, gracias por cuidar de nuestra Romi todo este tiempo - digo siguiendo la costumbre japonesa de presentación
-no no ella es la que ha estado cuidando de mi, pero ¿te molesta si te llamo Danae? Aunque yo sea japonés no significa que me termine de acostumbrar a sus prácticas - dice divertido mientras pasa una mano por su nuca
-claro, yo no tengo ningún problema, ¿les ayudo? ¿Qué les falta? - digo remangandome para ayudar
-no no nada de eso, yo te dije que te haría Brownies así que eso es lo que hare o bueno haremos - dice mirando a su fiero equipo de Brownies
-pe... Pero yo también puedo a... ayudar--digo mientras soy sacada a empujones de la cocina
-nada de eso--me grita Romi cerrando la puerta tras de mi
Suelto un suspiro por su locura y subo a mi cuarto a ponerme cómoda pero no tan cómoda para que me tome en serio el novio de Romi, y sepa que se las verá conmigo si le hace daño, a quien engaño no tengo una ropa que sea cómoda y a la vez amenazante así que resignada me pongo mi sudadera Rosa pastel de conejo y orejas en el gorro, me hago un moño alto con todo mi cabello, me pongo el primer chandal que encontré, el cual resulto ser uno gris un poco ajustado hasta el tobillo
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