Solo una mirada basto para que aquel joven japonés, se metiera en la cabeza de esta pobre mexicana: una mañana apresurada, en una estación del metro, un día cualquiera, en un momento aleatorio, dentro de un vagon cualquiera pero ellos no eran cualqu...
Vale ahora contaremos la perspectiva de aquel joven en el metro ================================
Mi mañana iniciaba normal, un traje azul marino, mocasines, un reloj que me dio mi padre cuando me anuncio como su sucesor en la editorial
Si, mi padre es fundador de una de las editoriales más grandes en Japón "atarashii sekai", siendo esta una empresa de calidad, con relaciones en el extranjero, y yo siendo el primogénito me toca toda la responsabilidad de seguir con el legado de mi padre.
Mi papel en la empresa por el momento hasta el día que se retire mi padre (lo cua será a fin de año) faltando solo 4 meses para ello, tengo que dar el visto bueno a nuevos manuscritos, relacionarme con imprentas y editoriales con las que nos codeamos, etc, etc.
Termino de arreglarme y decido tomar el metro para poder cumplir con la tarea que tengo asignada esta semana: sugerir una idea para la portada del nuevo libro de una de los escritoras más importantes en la compañía, mi padre quiere ver si podre manejarlo bien, tal parece que no se retirara de no asegurarse primero.
El libro de esta autora, tengo entendido que es una novela de misterio y asesinatos que ocurren en un vagon cuando las luces se apagan, es una buena idea pero ninguna portada le ha gustado.
Vieja quejumbrosa. Así que por hoy dejaré las comodidades de mi auto del año, para viajar en metro y así ver si puede llegarme una idea buena
Vivo solo gracias al cielo, en una casa que he podido comprar por los largos años que he pasado trabajando como editor en jefe para mi padre le informo a mi chófer Tanaka que viajaré hoy en metro.
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Tomo mi gabardina que me extiende mi ama de llaves la señora Yuko quien ya es una señora entrada en edad igual que Tanaka.
En mi camino a la estación no dejo de pensar en nuevas ideas, pero todas las que me vienen a la cabeza no son lo suficientemente buenas.
Llego y compro un boleto para acceder, veo a todos estos japonéses apurados, y sin nada de tiempo y veo que posiblemente yo sea igual, hago lo que un sucesor debería hacer, trato de cumplir con las esperanzas de mi padre, y no decepcionarlo. Y sin darme cuenta durante estos 28 años de vida, me convertí en alguien frío y calculador, no era lo que Yo quería para mí.
Poniendome esa máscara de frialdad, subo al vagon y tomo asiento, y me pongo a divagar otra vez. Se abren las puertas y veo que una señora embarazada sube y le cedo mi asiento
Mmmmmm tal vez una persona subiendo o tomando asiento sea lo ideal, - pienso pero desecho esta idea rápidamente, no es un folleto de transporte público me reprendo
Se vuelven a abrir las puertas y entra corriendo una joven sujetando unos papeles como si la vida se le fuera en eso, suspira aliviada de saberse dentro del metro y trata de poner sus cosas en orden.
