Desperté de un golpe porque había soñado con el niño de la historia de Michael. Miré mi reloj y ya llegaba tarde, como siempre. Desayuné y me vestí muy rápido, y al salir no pude evitar mirar a la ventana de mi habitación, y vi que en la blanca, hecha de madera y de enredaderas, fachada, había dos pares de huellas pequeñas, como de un niño, entonces fui rápidamente hacia el instituto, y vi que me estaba esperando, pero no sólo estaba acompañado de un grupo de chicos, por una parte me molestaba porque a mi realmente no me gusta estar con mucha gente, con estar solo con Michael me conformo. Pues inspiré levantando los hombros y puse mi típica sonrisa falsa, la cual descubrió Michael. Todos movieron la cabeza o las cejas saludándome, yo lo hice con la mano, y quedé fatal, como un niño.
-Bueno, Elliot, estos son: James,- Era alto, pelo castaño el cual conjuntaba con sus ojos, parecía amable y amigable- Luke- Para qué mentir, preferiría no haberle conocido, parecía el típico chulo que se ríe de cualquier error que tenga cualquiera, uno que te clava la espada por la espalda, cuando menos te lo esperas- y por último, Adisson- Bajo, moreno y ojos negros, parecía muy majo asique decidí darle la mano, y así lo hice. Entonces me di cuenta de que todos se estaban quedando embobados, alguno inclusive con la boca abierta, mirando algo detrás de mí y estaba una chica con el pelo corto, entre rubio y castaño, entre liso y rizado, con unos ojos verdes azulados. Entonces vino hacia nosotros:
-Hola, soy... Soy la nueva, y no sé dónde está mi clase, ¿Alguien me podría acompañar hasta 4ºC?- En ese momento todos se ofrecieron, y yo le miré a Michael con cara de <vámonos ya por favor>. La nueva iba apartando a los chicos, hasta que llegó a mí, y me dijo que quería que la llevase yo, y yo, avergonzado, sonrojado y sofocado acepté, y comenzamos el rumbo hacia nuestra clase, hubo muchos momentos incómodos cuando nuestras miradas coincidían. Entonces empezó a hablar para evitar más momentos incómodos y miraditas y así rompía el hielo.
-Bueno, la nueva tiene nombre, Ruth, ¿tú?
-Me encanta el nombre de "La nueva", yo me llamo Elliot- Me reí- ¿De dónde vienes?
-Júrame que no se lo dirás a nadie.
-Lo juro
-Vengo de un centro de menores, uno en el centro de Madrid, porque pensaban que quemé el colegio donde estuve.
-Pero ahora estás aquí, exactamente en 4ºC, ya hemos llegado- Entonces me dio un beso y se despidió
-Ya nos veremos en el próximo recreo, Elliot
-Voy a esta clase...
-¿Te sientas conmigo?
-Vale- Afirmé con una gran sonrisa verdadera en mi cara.
Al volver a casa ya era de noche porque me había entretenido en la bolera con Ruth. Entonces, me tumbé en la cama y vi al niño de la historia, allí estaba apoyado en la ventana, mirándome fijamente a los ojos, y vi que se iba. Asique, recordando la historia, había vuelto de la habitación de al lado, asique fui corriendo, y allí estaba, abriendo la ventana, pero, al verme, salió corriendo.
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La sombra de mi ventana.
HorrorUna noche cualquiera, Elliot estaba tumbado en su cama esperando a que viniese su padre, pero entonces, vio otra cosa, no sabía muy bien lo que era, hasta que noche tras noche se iba acercando, formando una sombra en su ventana, como si fuese un niñ...