Até los blancos cordones de mis Vans y fui rápidamente a clase, me había quedado dormido, porque cuando llegó James, empezamos a beber y, realmente no me acuerdo de nada.
Al entrar en clase vi que James no estaba en su sitio, con lo cual Ruth estaba sola. Fui a hablar con ella para preguntar por él y dijo que no sabía nada.
A última hora llegó a clase, medio dormido, y le saqué agarrado de su brazo rápidamente de clase.
-Elliot, lo siento por lo de ayer, no pretendía... Fue un malentendido, mejor olvídalo- No lo había olvidado porque ¡Nunca lo he llegado a saber!, entonces tenía que saber el qué pasó ayer con James.
-No, no me acuerdo de nada, solo de que empezamos a beber, y se nos fue de las manos, ¿Qué pasó?
-Nada- Dijo suspirando. Entonces le cogí del cuello apoyándolo contra la pared.
-Solo te lo voy a repetir una vez, ¿Qué pasó ayer?- Dije marcando cada una de las sílabas
Entonces sonó el timbre y una gran ola de estudiantes hambrientos que querían llegar a su casa lo antes posible, y al mover la mirada, James desapreció.
Volví a casa entre enfadado y desesperado. Abrí la puerta y subí a mi habitación. Estaba el suelo lleno de refrescos y botellas de ginebra vacías y rotas en el suelo. No paraba de tener malos pensamientos hasta que vi una cámara tirada en la mesilla de noche. Fui a abrir la cámara, y no había fotos, entonces pensé que la cámara estaba rota. Enfoqué en la ventana y allí estaba el niño, y esta vez le podía ver mejor que nunca. Me acerqué a él
-¡Que quieres!- Grité enfadado y con ansia- Que quieres- Dije bajando el tono de voz mientas las lágrimas iban directas a mis ojos. El niño seguía allí, viéndome sufrir. Me sequé las lágrimas con la manga de la camiseta, y estaba la ventana abierta, y el niño no estaba allí.
Desperté en el suelo dormido, y al ver la ventana abierta recordé lo que pasó anoche. Y lo que estaba buscando antes de verle. Cogí la cámara y, efectivamente, como había pensado, faltaba la tarjeta SD, James la había robado, porque seguro que hicimos fotos de lo que pasó anoche.
Vi una pequeña carta en el suelo, y ahora que me acuerdo, es lo segundo que vi después de que le chico desapareciese, y antes de que lo hiciese, no había ninguna carta, era suya, era del niño de la ventana.
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La sombra de mi ventana.
HorrorUna noche cualquiera, Elliot estaba tumbado en su cama esperando a que viniese su padre, pero entonces, vio otra cosa, no sabía muy bien lo que era, hasta que noche tras noche se iba acercando, formando una sombra en su ventana, como si fuese un niñ...