"Los hombres tienden a querer a una mujer con cuerpo de virgen,
Pero mentalidad de puta"—Marqués de Sade
* * *
—¡Vamos cariño!, ¡más!, ¡ahhh!
—Eres magnífico hermosura.
Exclamó dándole una palmada a esas hermosas nalgas doradas para después dejar el dinero en el colchón y salir velozmente del motel hacía su boda.
—Como me aburren los hombres casados...
Se vistió de forma rápida para no tener que pagar más en el costo del motel. Y volvió a salir con su habitual look: abrigo de lo que simulaba piel marrón, tacones negros, medias negras largas agarradas con ligueras a una tanga negra junto a una minifalda blanca y su top igualmente blanco con el logo de "bitch boy" en él.
¿Era un prostituto? Sí, pero había aprendido que los hombres urgidos pagaban mejor que cualquier trabajo estúpido que logrará conseguir por su educación. ¿Era feliz? No, sin embargo ya no tenía necesidad de buscarlo, estaba satisfecho hasta el momento. Solo unos días más y listo, todo acababa.
En el día no encontraba a ningún pobre diablo que necesitara de sus acurrucadas por lo que solamente volvía al departamento para descansar y ayudar a la vieja vecina de al lado que le invitaba a comer su comida casera algunas veces.Término de disfrutar el caldo de res de la señora como pago por cargarle unas cajas hacía fuera del edificio, volvió a su "departamento" si se le podía decir así a ese cuchitril, se coloco unos shorts junto a una camiseta casual para quedarse dormido mirando esa marca en su pierna que lo inició todo.
Despertó cuando su celular marco la alarma de ir a trabajar se colocó su "uniforme" habitual y salió a las calles de siempre, eran muchas las guerras que se llevaban a cabo por los mejores territorios para la gente del bajo mundo y ese lugar no había sido la excepción, pero estaban muy equivocadas las rameras que subestimaron al llamado "Lucy", podría parecer un manso juguete sexual pero si de una pelea se trataba el no dudaba ni un segundo en atacar. Se colocó donde siempre esperando, era martes por lo que "James" ,un cliente habitual, se lo llevaría al hotel en la Av. 66, después de hacerlo gentilmente además le dedicaría algún nuevo regalo alegando el como le encantaba "Lucy", quien solo era un personaje.
Paso lo explicado con el susodicho quien al terminar llenaba de besos la espalda del prostituto que miraba su nuevo regalo: un collar de plata con una piedra roja de colgante y unos aretes plata a juego. No había duda que el Sr. James realmente le quería pero no era una opción viable, solo seguiría como siempre le agradecería, le diría que le encanta y cuando el hombre le preguntará de una cita esté contestase que en otra ocasión para salir y volver a la misma esquina esperando un próximo cliente. Y así lo hizo pero esta vez algo era bastante extraño como si las personas de las calles desaparecieran. Pronto se encontró con un hombre moreno-chocolate viéndolo y con un aspecto único pero llamativo en el buen sentido.—Hola cariño, ¿qué dices si tú y yo, nos divertimos esta noche como adultos?
—Bien, dime tu precio "cariño".
—$150 la hora y no hago cosas como fetiches que lastimen mi rostro o me hieran de gravedad, y claro si no te importa que use medias en todo el sexo.
—¿$150? Vaya que debes ser bastante bueno en la cama entonces.
—¿Tu qué crees?
Puede que fuera su sarcasmo o lo retador en sus ojos pero como demonios le llamaba la atención aquel chico de medias negras al vampiro chocolate, pronto terminaron desnudándose en un motel cercano pero cuando el vampiro intentó despojarle las medias esté se alejó completamente apagando el calor del momento.
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Colmillos de Pasión
Vampir-"Conozco mi precio, y sí la lujuria sera el pecado mortal para mí, nada mejor que disfrutarlo hasta el maldito infierno"