Los especialistas saben mucho de tratamientos, pronósticos y quimioterapia. De lo que no saben —o de lo que prefieren no advertirte— es la soledad que uno siente atrapado en ese cuerpo destruido , la lástima mal disimulada con la que la gente te mira. Al final, estás solo con tus miedos.
¿Sufrimiento?
Ese sentimiento que hastía, que empobrece, que no disminuye, que nos confunde y nos hace creer en el infierno.Un sentimieto que agobia.
Nos deja sin luz.
Tu cuerpo arderá en fuego.
Sólo oirás tus gemidos de dolor.
Un mar de lágrimas de desesperación.
Sangre de tus labios caerá por morderte mientras intentas no gritar del dolor.
Tu cuerpo será decorado con hermosas y duraderas cicatrices.
Serás despojada de tu físico tal y como recordabas.
Te quedarás sin fuerzas en más de una ocasión.
Te negarás a dormir por miedo a no despertar.
Hay veces en las que saber en que día vivo se convierte en algo imposible.
Hay veces en las que siento que todo me supera; me hago pequeñita y el alrededor gigante.Mis padres dicen que todavía hay esperanzas.
Siempre piensan que lo mejor está por llegar, quizá sea una manera cobarde de autotranquilizarme y hacerme ver a mi misma que viene ( y merezco ) un futuro mejor que el presente que me está tocando vivir.
¿Esperanza?
La esperanza es lo que hace que siga respirando, aun cuando la presión de la vida me esté asfixiando.
No por ser vencida una vez, significa que no volveré a luchar.
Según ellos es como un ave fénix que renace de sus cenizas cada vez que un sueño se ha roto.
Soy mitad agonía, mitad esperanzas.
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LIFE
Teen FictionNo conocerás mi nombre pero si mi historia. No te enterarás de mi pasado pero si mi presente y tal vez mi futuro. No sabrás mis secretos pero si comprenderás mi dolor. Pero sobretodo entenderás mi lucha. Por vivir.