Nunca estarás sólo

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Hoy mis padres han pensado que era buena idea que pasará un día entero con mi hermano ya que no me toca quimioterapia.

Él no sabe la gravedad de mi enfermedad, sólo sabe que estoy enferma y necesito cuidados.

Así que aquí estamos jugando al uno, llevamos media hora ya porque me niego a dejar de jugar al maldito juego hasta que consiga ganar aunque sea solo una vez al maldito niño.

  - ¿Qué te pasa? Te toca tirar. - le pregunto cuando no tira.

No para de mirarme y veo como sus ojos empiezan a brillar. -¿ Vas a morir?, ¿vas a dejarme? - y se me rompe el corazón.

Me acerco a él y lo abrazo tan fuerte con miedo a perderlo. - Me podré ir muy lejos, tanto que no me verás pero nunca estarás sólo, yo estaré ahí. - digo tocando su pecho.

  - ¿Cómo? - pregunta saliendole un sollozo.

  - Me hablarás puede que no oigas mi respuesta pero eso no quiere decir que no te oiga, no me verás pero yo a ti si, yo siempre estaré contigo, en tus partidos de fútbol, en tu graduación, en tu primera cita... Siempre juntos, ¿recuerdas? - digo haciendome una cruz en el corazón.

   - Siempre juntos. - dice también haciendo una cruz en el pecho.

   - ¿Quieres un helado? - le preguntó.

   - No puedes salir. - dice, parece que me esta echando la bronca, será enano el crío.

   - Tengo mis contactos. - guiño el ojo.

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