Carta 4 : Mi grandullón

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Se que ahora mismo estarás escondido en alguna parte de la casa, evitando ser visto por mamá y Mikael para que no te vean hundirte y poder aguantar todo tú y así aliviar su cargar.

Al igual que se que te culpas de mi enfermedad, no lo hagas, fue una lotería que por suerte o desgracia me tocó a mí.

Se que pensarás ¿suerte? Pues sí, si esa lotería fuera entre ustedes o yo, me alegra saber que me tocó a mí.

Yo no soy tan fuerte como ustedes, no habría sobrevivido si hubiera tocado a alguno de ustedes.

Eres un gran padre aunque ahora sientas todo lo contrario.

Me distes fuerzas cuando yo ya no tenía, me levantastes cuando yo no podía, me animastes a seguir luchando aún cuando al mirarme sabías que estaba conforme con mi destino.

No dejes que el dolor no te deje disfrutar de Mikael y ayuda a mamá a eso.

Gracias.

Gracias por ser el pilar y intentar menguar su dolor.

Te amo, siempre nuestro pilar.

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