Lo siento

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Después de que el médico nos dijo que el trasplante no funcionó, seguimos con quimioterapia más severa así durante cuatro semanas más pero nada funcionaba.

Los médicos sabían lo que eso significaba y yo también pero no pensaba en eso, quería disfrutar el tiempo que sea que me quedaba con mi familia y con Ángel.

  - Lo siento. - me dice Ángel agarrandome de la mano. - Déjame terminar. - dice cuando ve que lo voy a interrumpir. - Siento no haber aparecido en tú vida y no te imaginas cuanto me arrepiento de no haberte encontrado cuando hubieramos podido tener más tiempo. - me mata verlo con el rostro destruido.

   - Se que tienes miedo pero no dejes que el miedo haga que te pierdas en ti mismo. - sonrió melancólica.

Se acerca y me besa, un beso tan lleno de sentimientos, lleno de sufrimiento, de desesperación, un besos de adiós pero también con la esperanza de no ser el último.

  - Necesito un favor. - le pido.

  - El qué? - pregunta intrigado.

  - Bueno en realidad necesito dos, cuando me vaya quiero que mis cenizas las lleves a la playa de la que hablamos. - digo.

  - ¿Y el otro? - pregunta llorando queriendo negarse lo inevitable.

  - Lo sabrás a su debido tiempo. - y le beso.

Todavía me acuerdo cuando me pidió ser su novia de verdad me preocupe por su estado mental, es que vamos quien haría algo así sabiendo las posibilidades que hay pero él lo hizo.

Me enamoré como una loca de él y me prometí sólo disfrutar.

Todos somos otra persona después de alguien y yo después de esta enfermedad, después de esta etapa de mi vida, después de él soy otra y aunque suene absurdo, soy feliz.

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