Hard Hyung.

2.

Yoongi caminaba hacia algún mercado a altas horas de la noche, era molesto pero no tenía ni un grano de arroz para comer.

-Que frío.-Se quejó metiendo sus manos en los bolsillos de la gran chaqueta negra.

Empujó la puerta para poder entrar, solo estaba el sujeto del mostrador algo somnoliento. Se dirigió a la comida instantánea, tomando varios paquetes de fideos y arroz.

-¿Picante?-Negó devolviendo el paquete a su enstante.

Eligió algunas sodas y snacks, se las dio al sujeto y pasó su tarjeta, suspirando de alivio al ver que si pudo pagar todo. Salió con dos bolsas en sus manos emprendiendo su camino hacia su pequeña casa.

-Este imbecil de nuevo.-Se dijo a si mismo, viendo al moreno sentado en las escaleras que dirigían a la entrada.

El contrario levantó su mirada sonriendo al ver al dueño de la casa. Su labio estaba partido, se podía ver que era reciente por la sangre, sostenía su estomago y su ropa era un desastre.

El mayor dio unos pasos hasta llegar hasta el muchacho.

-¿Necesitas ayuda hyung?-Dijo, tratando de ignorar su aspecto y dolor. El contrario sólo lo rodeo y llegó hasta la puerta de su casa para sacar las llaves de su chaqueta y abrirla.

-No traigas tus problemas a mi casa Namjoon.-El menor asintió, recibió una especie de seña para que entrara y eso hizo animado pero lento.

Yoongi no preguntaría que le había pasado, cuando veía al menor en malas condiciones se quedaba callado.

-Si necesitabas algo de comida me hubieses enviado algun mens-Un quejido salió de los labios del muchacho de hoyuelos.-Un mensaje.

-Mandé mi celular al carajo.-rió guardando las cosas en la cocina.

-Te compraré otro.-Yoongi alzó los hombros sin importancia.

Namjoon se lanzó en el sofá soltando algunas quejas, quería que Yoongi se hiciera cargo de el ¡mierda claro que si! Pero estamos hablando de Min Yoongi le importa una mierda todo.

¿Por qué cada vez que terminaba en la mierda iba a casa de Yoongi a sentirse peor? Él tampoco lo sabía, le gustaba su hyung, su compañía, su presencia. Namjoon se levantó del sofá y fue hasta donde su hyung.

-Hyung.-Su hyung se encontraba haciendo fideos.-¿Que pasaría so te robo un beso?-Se atrevió a preguntarle.

-¿En que fantasía vives?-Respondió tranquilo.

Y era cierto, vivía en una fantasía, que pronto se haría realidad. Namjoon tomó, con la poca fuerza que le quedaba, a su hyung por la cintura volteandolo y quedando tan cerca que podía sentir su respiración. Besó sin pemsarlo dos veces los pequeños labios de su hyung, sintiendo como la mano de este se posaba en su cabello.

-¡Maldito!.

De un momento a otro el menor se encontraba en el suelo siendo maldecido de todas las formas posibles. No se arrepentía por eso.

-¡Largate ya!-Namjoon salió sin decir nada, con una gran sonrisa y tomándose los labios.

Su hyung era muy suave.