Meliodas vio sin muchos ánimos a lo escrito en el pizarrón, su mirada se enfocaba más en el reloj, que estaba justo en el medio de la pared. La maestra se esmeraba por impartir el conocimiento a sus alumnos, pero la mayoría estaban haciendo otra cosa, menos poner atención. Agradecía su suéter con capucha roja, pues esta lo cubría y evitaba ser atrapado.
La profesora refunfuñó irritada por la poca atención de sus alumnos. El sonido del timbre fue música para los oídos de Meliodas, quien se apresuró en guardar sus cosas en su mochila. Ban y King llegaron a su asiento, esperándolo para irse los tres juntos.
- Tengo sueño... - Murmuró King con pereza, mientras se tallaba los ojos. Su bostezo le dio gracia a Ban, quien aprovechó para meterle una bolita de papel. El castaño la escupió asqueado, no queriendo imaginarse de donde la había sacado. - ¡Ban!
- Perdón, pero mira el lado bueno, ya no tienes sueño. - Dijo Ban cantarín. Al ver que Meliodas había terminado de recoger sus cosas, avanzó seguido de los otros dos niños. - ¿Aun estás al cuidado de la princesa?
- ¿Princesa? - Comentó King confundido al igual que Meliodas.
- Pues Elizabeth parece una... - Dijo Ban sin tomarle mucha importancia. Los tres salieron del salón, caminando por el pasillo. - Se ve que el capitán está más relajado cuando está con ella... ¡Me gusta!
Meliodas rió ante la sonrisa alegre de Ban, King lo observó con las cejas levantadas. Era curioso como aquella chica había mejorado al capitán. Se veía más tranquilo y más libre, por así decirlo.
- Entonces... Tu padre y Zeldris regresarán a la casa hasta la tarde, ¿verdad? - Habló King con curiosidad, Meliodas asintió afirmando la duda de su amigo. - Eso quiere decir que tienes a Elizabeth para ti solo.
Meliodas volvió asentir más feliz que la primera vez. Su cara irradiaba alegría, pero con un toque de maldad. Provocándole una risa a Ban e incomodidad a King al pensar en lo que tendría que soportar la pobre chica. Esperaba que nada saliera mal para ambos, en especial a Elizabeth, pues se veía que era agradable.
- ¿Y eso que Zeldris irá a esa aburrida fiesta? - Preguntó Ban, pues conocía lo serio que podría ser el hermano del capitán, pero no tanto como para ir a una fiesta de vejetes. - ¿Ya se amargó?
- Irá porque ahí estará Gelda, la amiga de Elizabeth. - Comentó Meliodas con ánimo, esa chica le había caído muy bien. Se detuvo y los miró con una cara de asombro, haciendo que se hicieran lo mismo. - Gelda hizo sonreír a Zeldris...
- ¡¿Qué?! - Exclamaron Ban y King, uno incrédulo de lo que acababa de escuchar y el otro por miedo al imaginarse a aquel niño sonreír.
- Estamos hablando de Zeldris, tu hermano, ¿verdad? - Dudó Ban, demostrando escepticismo en la declaración de Meliodas.
- Sí, ese Zeldris... Creo que es el único que conoces... - Comentó Meliodas pensativo, mientras retomaban el camino por el pasillo hasta salir del edificio. Cruzando el patio de la escuela, serían libres. - Fue muy divertido verlo así...
- Me imagino, ver a tu hermano, o en mi caso, hermana reír o estar alegre es muy satisfactorio. - Comentó King con suavidad, teniendo una pequeña empatía con Meliodas, quien dio un gesto de complacencia.
- Tienes razón, ver a Elaine feliz es muy gratificante. - Dijo Ban con burla a King, pero realmente lo decía en serio. Observar la pequeña sonrisa en aquella niña de cabellos de oro lo hacía volverse loco. El castaño lo observó serio y ligeramente molesto, haciendo un pequeño puchero. No le era muy cómodo saber que a su hermana le gustara este chico y viceversa.

ESTÁS LEYENDO
Mi dulce niñera
Fiksi PenggemarElizabeth es una chica tímida, por lo que decidió trabajar como niñera para desenvolverse. Ahora debe cuidar por tres días a dos chicos, pero quien iba a imaginar que terminaría siendo gran "amiga" de uno de ellos. Melizabeth (Meliodas x Elizabeth)...