4. Una pequeña broma.

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Este capítulo es considerablemente más largo que los otros, peeero... tiene final... bueno, tiene un final, dejémoslo ahí. Espero que os guste y que no os esté desesperando lo lentas que van las cosas, quiero que se monte una buena relación antes de empezar con los líos amorosos y esas cosas. No soy más pesada, que disfrutéis <3.

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―No haremos mucho ruido, no habrá alcohol, ¡sólo queremos celebrar que al fin nos han dado la copa! ―vi a mi hermano intentar insistir de nuevo, algo contraproducente ―Matt, no nos intentes hacer tontos. También hemos tenido vuestra edad, va a haber música alta, alcohol, gritos, y esperemos que nada más ―Shiro no había dudado un minuto. Adam, al parecer más dispuesto a dar su brazo a torcer, nos echó una mano.

―Pero los críos son muy responsables, además, son los nuevos en el instituto, es una buena forma de encajar con sus compañeros, mostrar que van de enrollados y eso ―el propio Adam se reía de lo que dijo, no era para menos.

―Adam. Cariño, tus hijos ya llevan un año en esta ciudad, ya no cuela que son los nuevos ―Shiro enarcó una ceja con tono cómico, al menos la discusión no se estaba llevando con aire tenso y solemne, era más bien del tipo charla relajada... ―Pues el otro día Keith hizo su primer trabajo en equipo con un compañero, el amigo de Matt ―Shiro me miró casi ilusionado, todo el curso pasado me lo había tirado evitando los trabajos en equipo, incluso cuando era inevitable, dividíamos el trabajo y lo hacíamos cada uno por nuestro lado.

―Sólo fue... ―me dispuse a justificarme, pero Shiro se me adelantó, felicitándome sin más, mi cara se volvió una bombilla, se sentía ridículo que se preocupasen por esas cosas, no soy un niño de primaria. Joder. Pero al mismo tiempo sabía que lo hacían con su mejor intención, no podía simplemente cabrearme cuando lo hacían con su mejor intención...

―Como iba diciendo, nos comportaremos, no llegaremos a ser tantos que no los pueda controlar ―Shiro era duro, pero no era de piedra, él también había hecho fiestas en su juventud, y entendía que quisiéramos, o más bien que Matt quisiera, disfrutar ese tipo de cosas mientras aún éramos jóvenes ―¿Cuántas personas sería eso?

―Pues... el equipo entero, obviamente, más las parejas y algunos amigos de las parejas... ―en nuestra cabeza ya sabíamos que era más las parejas y tooodos sus amigos. No todo el insituto, pero aproximadamente medio, sí. Ahora le tocó a Adam poner las condiciones.

―Esto aún se tiene que hablar mucho, pero en el caso de que aceptásemos, mi condición es que sólo sea en el salón y el jardín, la gente que os quepa ahí, no más... ―de nuevo, me metía en el saco, y así seguimos, Shiro totalmente en desacuerdo y Adam mordiéndose el labio como pensando en algo.

―Cariño, piénsalo también por nuestro lado, con todo el lío de los últimos meses, no hemos tenido ni tiempo de calidad en pareja... podríamos dejarlos en la fiesta e irnos... no sé, ese fin de semana, de vacaciones exprés a algún lado... no los dejaría solos... pero sabiendo que están en una fiesta, pasándolo mejor de lo que lo pasarían con los viejos de sus padres de excursión, la cosa cambia. No me quedo más tranquilo... pero al menos... no sé ―Shiro se negó, en rotundo, a dejar la fiesta sin su supervisión, no se fiaba de lo que haríamos.

―Joder, que hay que decírtelo todo. ¡Vámonos a algún sitio a disfrutar de esa noche por nuestro lado, coño! Si quieren hacer una fiesta, la van a hacer, aunque sea de botellón en la calle, y yo prefiero que sea en casa, ¡me da igual que rompan un mueble o dos, al menos van a estar en un sitio que conocemos, no nos mienten, y no corren a penas riesgo!

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