Las Sombras.

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Termithylia.

Narra narradora.

Los cuatro elementos llegan al castillo elemental y entran deprisa. Comienzan a buscar al anciano.

-OIGA, ANCIANO. –grita Max y lo miran mal. -¿Qué? Es un anciano. –niegan.

-Eso no quiere decir que no me respetes. –escuchan decir al anciano.

-Que grosero llamita. –dice Alexa riendo mientras entra a la biblioteca.

-¿Llamita? –dice Max comenzando a calentarse.

-Cálmate. –dice Tobías entrando.

-Max ¿puedo decirte algo? –dice Melissa.

-Cla...-antes de que termine de hablar sale Tobías asomándose y los llama, ellos entran. Le explican la situación y el anciano permanece callado.

-¿Y bien? ¿Qué son esas cosas? –dicen Alexa y Max, los miran. ¡Se complementan! Piensan Melissa y Tobías. El anciano se aclara la garganta.

-Eso son Las Sombras. –lo miran confundidos.

-¿Las Sombras? –dice Tobías. –Nunca había escuchado de ellas.

-Yo sí. –dice Max y lo miran. –Una Sombra es un ser de fuego sin vida.

-No entiendo. –dice Alexa y Max niega. El anciano le da un pedazo de carbón y Max lo agarra. –Imaginen que esto es un ser de fuego. –incendia el pedazo de carbón en la palma de su mano. Ellos asienten. –Ahora, ¿qué pasaría si separan el fuego del cuerpo?

-Una Sombra. –dicen todos, el anciano asiente.

-Hubo una época en la que la población del fuego disminuyó drásticamente debido a que alguien los estaba secuestrando y les quitaba su fuego, dejando solo cáscaras vacías a merced de quien tenía su llama, fieles ante su mano hacían cualquier cosa, matar, secuestrar, destruir... -el anciano respira hondo. –Trataron de destruirlos, pero no hubo como, eran invencibles, ningún hechizo o arma les afectaba, hasta que alguien dio la vida por desterrarlos de aquí.

-¿Y quién fue? –dice Melissa.

-No se sabe.

-Espera, espera. –dice Alexa. - ¿Hubo un héroe y no saben quién es? ¡Es estúpido!

-Alexa, no seas grosera. –dice Melissa reprendiéndola.

-Pero...-Melissa niega. –Bien, perdón.

-Si no hay una debilidad, entonces ¿cómo nos deshacemos de ellos? –dice Tobías.

-Ellos tienen un punto débil. –dice el anciano. –Pero deben tener cuidado.

-¿Cuál es? –dicen los cuatro.

-Su cabeza. –lo miran confundido.

-O sea ¿lo decapitamos? –dice Max y el anciano asiente.

-Fácil. –dice Alexa.

-Hay un pero, ¿no es cierto? –dice Tobías.

-Sí. –dice el anciano, se aclara la garganta. –Puede tomar sus cuerpos y sus poderes.

-Eso si es un problema. –dice Melissa, cuando Tobías va a hablar una alarma lo interrumpe.

-Esa es la alarma de la tierra. –dice el anciano. –Vayan y averigüen que sucede. –asienten y se suben a la nave.

-Bien, la tierra se ha dicho. –dice Tobías sonriendo de lado.

-Será divertido. –dice Melissa.

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